Cuando hablamos de un coche GT, esas siglas se refieren a un ‘Gran Turismo’, una categoría que nació para recorrer largas distancias a gran velocidad, pero no exentos de cierta comodidad.
No son simples deportivos radicales ni berlinas convencionales: son el punto intermedio perfecto entre prestaciones y confort. Imagina un coche capaz de devorar kilómetros por autopista sin despeinarse, pero también de hacerte sonreír en una carretera de curvas. Eso es un GT.
Más información
Tres características básicas
La filosofía GT se basa en tres pilares: potencia, espacio y refinamiento. Por eso suelen montar motores potentes (tradicionalmente de seis u ocho cilindros) y ofrecer habitáculos amplios, con acabados cuidados y tecnología pensada para viajar.
No son coches para circuito puro, sino para disfrutar del viaje con estilo, incluso con equipaje para un fin de semana o unos días más.
En diseño, los GT suelen ser coupés elegantes o fastback con líneas fluidas, aunque también hay versiones descapotables. Suelen tener dos puertas, pero no son incómodos: la idea es que pueda llevar hasta a cuatro o cinco pasajeros y algo de equipaje sin renunciar a la deportividad.
Por eso, marcas como Ferrari, Aston Martin, Porsche o incluso BMW han convertido el concepto GT en un símbolo de lujo y dinamismo.
¿Y en qué se diferencian de un superdeportivo?
Se diferencian en que un GT no busca tiempos en circuito, sino placer de conducción y autonomía. Son coches pensados para largos viajes sin tener que parar cada dos horas a estirar las piernas (aunque esto sea recomendable en cualquier tipo de coche), con suspensiones más cómodas y una posición de conducción menos extrema.
Eso sí, cuando pisas el acelerador, responden con fuerza: muchos superan los 300 km/h y aceleran como auténticas bestias.
Siglas combinadas
El concepto GT ha evolucionado y casi se ha hecho más conocido con otra sigla añadida, sobre todo gracias al Volkswagen Golf. Esta sigla es la ‘I’ de inyección, y el Golf GTI se convirtió en toda una referencia de los deportivos asequibles.
También este coche puso de moda otra variante, esta vez, con motor diésel, pero que gracias al turbo también adquirió la fama de tener prestaciones deportivas y un consumo aquilatado. Se trataba del Volkswagen Golf GTD.
Y para rematar, el Volkswagen Golf GTE es la versión híbrida enchufable del popular Golf, pensada para combinar deportividad y eficiencia. Se sitúa como la alternativa electrificada al mítico GTI, manteniendo el espíritu dinámico pero con un enfoque más sostenible.
Lo importante sigue siendo lo mismo: viajar rápido, cómodo y con estilo. Así que, la próxima vez que veas esas siglas, ya sabes: no es solo un coche, es una invitación a disfrutar del viaje.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.
