Mazda gana la batalla de los prototipos en casi todos los salones del automóvil. En lenguaje de diseño KODOS que emplea la marca da lugar a concepts realmente atractivos, que luego se traducen en unos más que bonitos modelos de producción.
Primero fue el Minagi, del que derivó el CX-5, y después le siguió el Takeri, que más tarde se transformaría en el nuevo Mazda6. En ambos casos se confirma la regla: la mayor parte del diseño se mantiene y llegan a la calle casi intactos. Por eso, cada vez que vemos un nuevo prototipo del fabricante no podemos evitar pensar: ¿y que viene después?
En este caso está claro y parece que a todas luces este Koeru es simplemente la tarjeta de presentación del nuevo SUV grande de la familia, el presumible CX-7. Como en sus hermanos pequeños la importancia de la enorme parrilla es capital, los grupos ópticos y los retrovisores son pequeños y afilados, las llantas son enormes (21 pulgadas) y el conjunto es realmente satisfactorio en el aspecto visual.
El fabricante afirma que el concept, además, cuenta con todas las tecnologías SKYACTIV de las que hacen gala los modelos actuales de la gama.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.