Hace años resultaba todo un entretenimiento averiguar de qué provincia era cada coche con el que uno se cruzaba por la carretera. Bastaba con ver las letras que encabezaban las placas de matrícula: ‘M’ de Madrid, ‘B’ de Barcelona. La diversión aumentaba cuando surgía la discusión sobre si la letra ‘C’ era de Cáceres, de Castellón o de Cuenca, hasta que alguien resolvía sabiamente que esa letra correspondía a La Coruña.
Ahora las matrículas se componen únicamente de cuatro números y tres letras que no indican ningún punto geográfico sino que se limitan a ser meramente correlativas. Aun así, las matrículas no dejan de tener sus particularidades, ni a lo largo de su historia, ni tampoco ahora, que de repente vemos circular por nuestras ciudades algunos coches con una matrícula verde o roja. La última novedad son las de fondo azul.
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Las nuevas placas con fondo azul
Estas nuevas placas corresponden a la última reforma del Reglamento General de Vehículos de este año. Desde julio de 2018 pasó a ser obligatoria la normativa que impone a los taxis y vehículos de alquiler con conductor o VTC (Uber, Cabify y los que vengan) de hasta nueve plazas la colocación de una matrícula posterior de color azul con los caracteres blancos, aunque manteniendo el sistema de numeración normal y permaneciendo el fondo blanco en la placa delantera. El cambio a esta nueva placa deberá realizarse antes de un año y pretende combatir la piratería en el sector.
Esta es la última modificación de la configuración de las matrículas en España, pero no ha sido la primera, desde luego. Así han evolucionado desde comienzos del siglo XX:
La primera matrícula (¿del mundo?)
Hace 118 años, concretamente el 11 de octubre de 1900, José Sureda y Fuentes, maquinista de la Armada retirado, matriculó el primer coche de España en Palma de Mallorca, un triciclo Clement. A Sureda, seguramente muy seguidor de las normas por su trayectoria militar, le animó la reciente aprobación del Reglamento de Vehículos incluido en el Real Decreto de 17 de Septiembre de ese mismo año.
Al día siguiente, Juan Pieras Carbonell, otro vecino de Palma, siguió su ejemplo inscribiendo otro Clement con la placa PM-2. Lo más curioso es que si tenemos en cuenta que esta es la primera disposición legal que establecía un registro nacional de matriculación de vehículos que cubriese todo el ámbito de un estado, podría considerarse que el PM-1 fue el primer coche matriculado en la historia del automovilismo mundial.
Desde entonces la tasa de matriculación comenzó a subir progresivamente y eso que al principio los trámites eran arduos, ya que hasta 1907 cada vehículo debía llevar una doble matrícula, la del Ayuntamiento con la que se podía circular por el municipio y otra que proporcionaba el Gobierno civil de cada provincia. Huelva fue la provincia más tardía en matricular el primer coche en 1912.
Llegan las matrículas provinciales
En mayo de 1907 España alcanza el millar de coches matriculados, por lo que se plantea un nuevo cambio normativo y se unifican las matrículas quedando anuladas las municipales y designando dos o tres letras según la provincia. Esto creó alguna confusión puntual, como que en el caso de Baleares o Badajoz se empleara ‘BA’ para ambos casos.
Otra revisión de 1918 vino a solventar los errores de la normativa anterior y corregir las letras de provincias que se repetían. En esta revisión se incluyeron las siglas de ‘ME’ (Marruecos Español) para la zona del Protectorado español de Marruecos. Además, bajo las mismas siglas se incluyó a Ceuta y Melilla hasta 1927.
En 1926 otra nueva reforma propició que se acortaran de tres a dos letras la identificación de las provincias, como Albacete, que pasa de ser ‘ALB’ a ‘AB’; Castellón, de ‘CAS’ a ‘CS’; Cáceres de ‘CAC’ a ‘CC’; Segovia, de ‘SEG’ a ‘SG’; o Teruel, de ‘TER’ a ‘TE’. A continuación de las letras que identificaban la provincia se añadía también un número correlativo de hasta seis dígitos.
Por otra parte, se buscó solución a las iniciales de los nombres de las provincias que se podían solapar, pasando a usar una sola letra para la provincia de mayor población y dos letras para las de menor, por ejemplo: ‘A’, para Alicante, frente a ‘AL’ para Almería; ‘B’, de Barcelona, frente a ‘BA’ de Badajoz o ‘H’ de Huelva, frente a ‘HU’, de Huesca, entre otras.
En algunos casos se eligieron las siglas de la capital con respecto a las de la provincia, como es el caso de ‘PM’, Palma de Mallorca, en lugar de Baleares; ‘VI’, de Vitoria, en lugar de Álava; ‘BI’, de Bilbao, en lugar de Vizcaya; ‘SS’, de San Sebastián, en lugar de Guipúzcoa: y ‘O’, de Oviedo, en lugar de Asturias.
La excepción está en el caso de ‘NA’, de Navarra, donde el topónimo Pamplona no se impuso y en Canarias, donde lo que prevaleció fue el nombre de las dos (por entonces) capitales del archipiélago, ‘GC’, de Gran Canaria, y ‘TF’, de Tenerife.
Se incorporan las letras posteriores
En octubre de 1971 este sistema antiguo estaba ya agotado. Las ciudades con más coches, Madrid y Barcelona, habían llegado casi al final de numeración con las matrículas: M-960985 y B-918387, respectivamente, por lo que se introdujo un nuevo sistema de matriculación. Se mantenían las letras provinciales y se añadían solo cuatro dígitos combinados con dos letras al final, que se otorgaban de manera correlativa, algo que podía dar lugar a miles de combinaciones.
En este cambio se prescindió de la ‘Ñ’, la ‘Q’ y la ‘R’ para evitar confusiones con otras letras, aunque esta última, que se podría confundir con la ‘P’, se volvió a aceptar en el sistema actual porque el trazo de los caracteres de las matrículas es más grueso y no se llega a confundir tanto.
Otro cambio importante en este periodo fue que a mediados de los años noventa se permitió, en el ámbito de la normalización lingüística con el resto de las lenguas cooficiales del Estado, que tanto las placas ya instaladas como las de nueva creación de tres provincias pudieran ser modificadas. De esta forma ‘G’, de Gerona pasó a ser, ‘GI’, de Girona; ‘OR’,, de Orense, a ‘OU’,, de Ourense; y ‘PM’, de Palma de Mallorca, pasó a ‘IB’, de Illes Balears.
La actual matrícula
Al llegar el año 2000, y coincidiendo con los 100 años de la primera matriculación, la DGT introduce un nuevo sistema de matrículas que obliga a llevar una placa con caracteres negros sobre fondo blanco reflectante, de 520 x 110 milímetros, realizadas en metal o en material acrílico, que añade la ‘eurobanda’ de color azul con el emblema de la Unión Europea y la letra del país al que corresponde, ‘E’ para el caso de España.
Aquí se elimina la referencia de la procedencia geográfica, siendo el mismo sistema para toda España, permaneciendo los 4 dígitos a los que se le añade una letra más, es decir 3 letras. En esta reforma se permite el uso de los cuatro ceros (0000 BBB), pero se siguen omitiendo las letras ‘Ñ’ y ‘Q’. Asimismo, se impide el uso de vocales para evitar placas con palabras de dudoso gusto: ‘0000 PIS’ o ‘0000 ANO’, por poner dos ejemplos ilustrativos.
La eliminación del indicativo provincial fue muy celebrado por unos y muy criticado por otros. Aunque la principal ventaja es que por fin se evitaban las suspicacias y las rencillas históricas entre provincias, con lo cual favorecía, entre otras cosas, la venta de coches de segunda mano en diferentes regiones.
Otras matrículas, siglas y colores
Además de las comunes existen y han existido matrículas muy variopintas. Las más curiosas, las antiguas matrículas coloniales, que incluían también dos letras, como: ‘SH’, de la provincia del Sáhara Español; ‘IF’, de la provincia de Ifni, también en Marruecos; ‘FP’, de la provincia de Fernando Poo, en Guinea Ecuatorial; ‘RM’, de la provincia de Río Muni, también en Guinea; y ‘ME’, de la provincia del Marruecos Español, es decir, el Protectorado español de Marruecos, además de Ceuta y Melilla hasta los años 20, que después pasaron a ser ‘CE’ y ‘ML’ respectivamente.
Otras abreviaturas, ya desaparecidas, que llevaban las matrículas y que corresponden a la época del régimen franquista son: ‘ARM’ (Automovilismo Rápido Militar), ‘CON’ (Construcción), ‘CPN’ (Compañías de la Policía Nacional), ‘PAT’ (Policía Armada y de Tráfico), ‘PP’ (Prospecciones Petrolíferas), ‘CAT’ (Comisaría de Abastecimientos y Transportes) o ‘MOPU’ (Ministerio de Obras Publicas), entre otras.
Las siglas que se utilizan actualmente para identificar ciertos vehículos especiales, ya sea por el tipo o por el cuerpo al que pertenezcan, son:
- ‘C’ (ciclomotor): Para motocicletas de menos de 50cc, que sigue la numeración normal, pero permite que la placa sea vertical, para adaptarse mejor a este tipo de vehículos, y con el fondo amarillo.
- Matrículas diplomáticas: Existen cuatro casos: ‘CD’,(Cuerpo Diplomático) que lleva caracteres blancos sobre fondo rojo y que contiene el número del país al que pertenecen y el número de vehículo que es; ‘CC’ (Cuerpo Consular), que llevan caracteres blancos sobre fondo verde; ‘TA’,(Técnicos Administrativos) en negro sobre fondo amarillo; y ‘OI’ (Organismos Internacionales, que tienen caracteres blancos sobre fondo azul. Por supuesto, ninguna de estas lleva la eurobanda.
- Vehículos policiales: Para la Guardia Civil están las siglas ‘PGC’ (Parque de la Guardia Civil) y para el Cuerpo Nacional de Policía se usa ‘CNP’, pero hay policías autonómicas que tienen sus propias siglas, como: ‘CME’, Cos de Mossos d´Esquadra; ‘E’ (con caracteres vascos) , la Ertzaintza; o en las Islas Canarias el Cuerpo General de la Policía Canaria, ‘CGPC’, que lleva una franja de color rojo con el logo de la policía y un número que representa a la provincia, seguido de otro que representa a la isla y finalmente tres dígitos que van de 000 a 999.
- Matrículas ministeriales: Ciertos ministerios con un parque móvil significativo llevan siglas en las matrículas como: ‘MF’, del Ministerio de Fomento; ‘MMA’, del Ministerio Medio Ambiente o ‘PME’, que pertenece al Parque Móvil del Estado.
- Matrículas de ejército: Estas llevan las siglas que indican a que cuerpo pertenecen (‘ET’, Ejército de Tierra, ‘EA’, Ejército del Aire y ‘FN’, Fuerzas Navales) seguido de cinco a seis dígitos. También existe una matrícula destinada a las Fuerzas Aliadas en España, ‘FAE’, utilizada por vehículos de la OTAN. Además los vehículos del gobierno norteamericano utilizados por las Fuerzas Armadas, pueden utilizar ‘GOR’, ‘G’ y matrículas de siete cifras que comienzan por 91, 92, 93, 94 o 95.
- Vehículos especiales: Utilizadas por los vehículos agrícolas, los de limpieza y algunos del ejército, empiezan por ‘E’ (Especial), tienen caracteres rojos sobre fondo blanco y siguen la numeración normal.
- Provisional: Lleva la palabra ‘P’ con caracteres blancos sobre fondo verde.
- Remolques: Obligatorias para remolques de más de 750 kg de masa máxima autorizada (MMA, son de color rojo con caracteres negros y comienzan por la letra ‘R’ (remolque), seguida de los cuatro números y tres letras habituales.
- Vehículos históricos: Cualquier vehículo clásico considerado de interés histórico debe llevar la letra ‘H’ en la matrícula para poder circular.
- La Casa Real: Como caso excepcional, se le permite llevar el símbolo de la corona sin ninguna numeración.
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