Italia es un país que, en el mundo del motor, es conocido por el elegante diseño de sus coches, pero también por su picaresca. Primero, fue su técnica para ocultar la matrícula de los vehículos de los radares. Ahora, es un tal Fleximan el protagonista de las últimas noticias.
Como han denunciado varios medios italianos e internacionales, no se sabe si la figura de Fleximan es una persona o un grupo de varias, pero sí está claro cuál es su objetivo: destruir radares de velocidad. Los ‘autovelox’ italianos son el enemigo de esta figura, que desde hace algunos meses se dedica a atacar radares y firmar con su nombre los hechos.
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Por el momento, bajo el nombre de Fleximan, han aparecido al menos una quincena de radares destrozados en las regiones de Piamonte, Lombardía y Véneto. Las diferentes ubicaciones hacen pensar que, en efecto, sean varias personas las que perpetran estos ataques.
Amado por unos, buscado por otros
Cómo no podía ser de otra manera, las redes sociales han aclamado esta figura. La reivindicación de Fleximan va contra los municipios que, colocando radares en lugares insospechados, buscan más ganar dinero a costa de los conductores que proteger la seguridad vial.
Otros ciudadanos, que han padecido los estragos de los excesos de velocidad, han criticado duramente la figura de esta suerte de vengador del ‘autovelox’. Obviamente, las fuerzas del orden italianas están buscando activamente a Fleximan. El coronel Michele Cucuglielli, comandante provincial de los Carabinieros de Padua, ya ha declarado ante el Corriere della Sera.
“Estamos trabajando en todos los frentes, sin descuidar el más mínimo detalle y colaboramos no sólo con compañeros de otras provincias sino también con las comisarías y policías locales de los territorios donde se cometieron los daños a los radares”, explicó el coronel a este medio italiano.
El último ataque de Fleximan se produjo este miércoles 24 de enero en la carretera provincial de Villa del Conte (Padua). Junto al radar destrozado apareció una pegatina que rezaba “Fleximan sta arrivando” (‘Fleximan está llegando’, en español).
Un Fleximan, detenido
El mismo día, las autoridades detuvieron a un residente de un pueblo del Piamonte como un posible culpable de los ataques. Se le acusa de destruir dos radares en la zona de la carretera SS337, en la provincia de Verbano (Piamonte), en la que reside. Hay varios vídeos de la zona de los hechos que se han usado como prueba.
El acusado ronda los 50 años y es un trabajador y padre de familia que, por el momento, no ha dado explicaciones de por qué atacó los radares. Sin embargo, la policía duda de que este sea el único Fleximan.
Por el momento, este vecino tendrá que enfrentarse a una acusación de vandalismo grave y una multa de, por lo menos, 2.000 euros. En España, la sanción por vandalismo contra los radares está en los 3.000 euros.
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