Cajas blindadas contra el vandalismo: así protege la DGT sus radares

La DGT ha adquirido cajas blindadas para proteger los radares de los actos vandálicos que estos aparatos suelen sufrir.

actos vandálicos radares
Un radar incendiado en una carretera de Francia.

De vez en cuando, un radar sufre la ira de algún que otro vecino que ha recibido una multa de tráfico por culpa del mencionado aparato. Los actos vandálicos contra radares más habituales suelen ser pintadas, que ciegan la cámara y la hacen inservible.

De todas formas, hay algún que otro conductor colérico que llega más allá y la emprende a martillazos contra el radar. El resultado no es solo el destrozo de la carcasa, sino del aparato en sí.

La sustitución de un radar de tráfico no es barata. El coste puede llegar a los 70.000 euros, sobre todo en el caso de los cinemómetros láser, ya que la tecnología que equipan no es barata.

Protección antivandalismo

Por esta razón, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido proteger con más cuidado sus radares de posibles actos vandálicos. Los radares fijos a pie de vía se colocan dentro de unas cajas protectoras y la DGT está buscando que cumplan una serie de características que aumenten la seguridad antivandalismo.

La idea de la DGT es colocar los radares fijos en soportes que estén elevados, dificultar la tarea a quien quiera causarles daños. La caja debe estar blindada, tener tornillería de aluminio y estar colocada sobre un poste.

DGT

En la caja, que ha de tener cierre de seguridad, debe haber dos ventanillas: una frontal y otra lateral, para colocar los radares. Los cristales tienen que ser blindados, de al menos 23 milímetros de grosor, para resistir actos vandálicos como golpes o similares.

Además, para asegurar el buen funcionamiento del radar, el interior de la caja debe estar climatizado. Por último, la conexión del aparato debe ser totalmente inalámbrica mediante un sistema satélite tipo GSM o similar y placas solares.

Multa por actos vandálicos

Cabe recordar que atacar una de estas cámaras no sale gratis. La multa por actos vandálicos contra un radar puede llegar a alcanzar los 3.000 euros y, además, habrá que hacerse cargo económicamente de los daños ocasionados.

Dejarse llevar por la ira y destrozar un radar puede acabar costando más de 40.000 euros de multa si se suma el precio de sustituir el aparato más la correspondiente sanción económica.

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