De lo bueno, lo mejor y de lo mejor lo superior, que diría Ali G. Algo así debe pensar la división de proyectos especiales de Morgan cuando va a ponerse manos a la obra, y en esta ocasión lo de ‘manos’ es literal, pues este SP1 se ha fabricado de manera artesanal.
Un trabajo así viene motivado por un cliente muy especial que el fabricante deja entrever se ha dejado mucho dinero para tener un coche hecho a su medida. Por esto desde Morgan le han tenido muy presente en todas las etapas del proyecto y le han consultado en la toma de algunas decisiones.
La base/inspiración del modelo es el prototipo LifeCar que la marca presentó en 2009, aunque se han realizado modificaciones, sobre todo en la elección de materiales. En este aspecto, el adinerado cliente insistió en el empleo de madera de fresno y de Bubinga, ambas presentes tanto en la carrocería como en el habitáculo. Éste está creado totalmente desde cero, con un diseño minimalista y de marcado carácter premium, y cuenta con un iPad como consola central.
Para darle vida se ha optado por un motor 3.7 V6 atmosférico de origen Ford que desarrolla 320 CV, con el que acelera de 0 a 100 en cinco segundos y alcanza una velocidad punta de 233 km/h.
Morgan no ha dado datos sobre el precio final del SP1, pero teniendo en cuenta que en su desarrollo han participado 10 personas durante un periodo de 18 meses, seguro que barato no es.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.