El rumoreado baby SUV de Jeep finalmente se reveló al mundo como el Renegade, un SUV compacto que se sirve de sinergias con Fiat (misma plataforma que el 500L) para intentar hacerse con buenas cifras de ventas en un competido segmento en el que el Nissan juke gobierna con mano férrea.
Está claro que se trata de un modelo pensado eminentemente para la ciudad y la carretera, pero para los que quieran mezclar dimensiones compactas (4.230 mm de largo, 1.800 mm de ancho y 1.690 mm de alto) y capacidad offroad, Jeep tiene preparada la variante Trailhawk 4×4.
En el fondo se trata del mismo modelo, pero ha sido optimizado para recibir un tratamiento más duro: las protecciones de plástico de los bajos se han reforzado, las llantas de 17 pulgadas van envueltas en neumáticos aptos para terrenos más difíciles, tiene un gancho en la parte trasera para hacer remolques, cuenta con asistente de descenso de pendientes y presenta un ajuste diferente de las suspensiones (independientes y con una altura libre al suelo de 220 mm, por los 170 mm del Renegade normal)
A nivel mecánico se ofrece únicamente con la tracción integral Jeep Active Drive Low, que permite desconectar el eje trasero a voluntad y cuenta con la función Select-terrain, que a los modos Auto, Barro, Arena y Nieve añade un exclusivo, el Roca. No se ha concretado aún con que cajas de cambio (dos manuales y dos automáticas) ni con qué motores (cinco gasolina y tres diésel) se podrá combinar.
En el interior mantiene las cinco plazas y una capacidad de 350 litros para el maletero, el sistema Uconnect con pantallas de distintos tamaños, un cuadro de instrumentos totalmente digital con una pantalla de siete pulgadas, Bluetooth, conexión USB/Jack…
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