Ford está orgullosa de su F-150, se le ilumina la cara al mostrar el Raptor y no dudamos de que se le caerá la baba al ver lo que Shelby American ha hecho con su niño, el Baja 700.
La empresa americana ha conseguido algo que parecía difícil: asalvajar aún más el SVT Raptor. Y es que si los 411 CV que entrega de serie su motor V8 6.2, se quedan en mera anécdota comparados con los 700 que desarrolla tras recibir las pertinentes modificaciones. Shelby ha añadido al propulsor un compresor volumétrico de casi tres litros, cuenta con nuevo radiador e inyectores, un sistema de escape Borla y un sistema de admisión variable.
Una vez conseguida la potencia, han trabajado con otros elementos para mejorar (si es posible) su respuesta fuera de pista. Para ello confían en una suspensión ajustable de competición, llantas de hasta 18 pulgadas y neumáticos BF Goodrich K02.
También hay disponibles opciones estéticas como un nuevo paragolpes, vinilos, grupos ópticos con tecnología LED o tapicería de cuero para el habitáculo.
Solo se producirán 50 unidades, cada una con su placa identificativa, que costarán unos 90.000 dólares incluyendo el Ford SVT Raptor de serie.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.