Subaru Impreza 2018, un compacto diferente y además 4×4

El modelo japonés destaca por habitabilidad, comodidad y dinamismo, pero el motor de 114 CV se queda algo justo de potencia

Subaru Impreza

El nuevo Impreza está disponible ya en España desde los 20.400 euros.

Después de una larga ausencia, el Subaru Impreza vuelve al catálogo de la marca japonesa. Se trata de un coche de 4,46 metros de largo que destaca por habitabilidad, comodidad y dinamismo. Y sobre todo porque es el único de su clase en disponer solamente de tracción 4×4 en su única versión mecánica con motor bóxer 1.6.

Está disponible ya en España desde los 20.400 euros, incluyendo un descuento de lanzamiento. Sin atender a los descuentos, el Subaru Impreza se ofrece en dos acabados, Sport Lineatronic y Executive, con precios de tarifa de 21.800 y 24.800 euros respectivamente.

No hay que pensar que el nuevo Subaru Impreza es una evolución del ya conocido (y que se lanzó al mercado en 2007). La presente es ya la cuarta generación del modelo, es completamente nueva y se ha desarrollado sobre la base “Subaru Global Platform”, que también ha dado origen al reciente modelo SUV compacto XV.

Esta plataforma de última generación se ha creado para aumentar la seguridad y el dinamismo que siempre ha querido ser un signo distintivo de la marca. Su centro de gravedad es cinco centímetros más bajo que el de la anterior, y se beneficia también de un aligeramiento general del coche, que en el caso del conjunto motor y caja de cambios se ha reducido en 20 kilos.

Solamente un motor en la gama

El comportamiento del Subaru Impreza es muy seguro. Gracias a su tracción 4×4 y al nuevo chasis, que ha reducido los balanceos de la carrocería en un 50%. Pero también por una dirección bien calibrada y precisa, además de unos frenos eficaces, dosificables  y con mejor tacto que el del anterior Impreza.

La sensación al conducir el Subaru Impreza es que es más rápido al entrar y trazar las curvas, sin que por ello las suspensiones dejen de ser suaves y cómodas a bordo para los pasajeros. Además, la condición de 4×4 permanente conserva estas cualidades en cualquier circunstancia climatológica y tipo de asfalto, transmitiendo al conductor seguridad y dinamismo.

La gama inicial dispone de un solo motor, de gasolina y cuatro cilindros bóxer como ha sido tradición en la marca. Se trata de un 1.6 atmosférico de 114 CV que en carretera se revela justo de potencia y prestaciones. Sobre todo porque la transmisión es mediante una caja de cambios automática del tipo de variador continuo CVT que, aunque se bloquee en relaciones fijas, no puede evitar que el motor funcione la mayoría de las veces a un régimen superior al necesario para compensar su discreto par motor (150 Nm a 3.600 rpm).

El funcionamiento del cambio (sin levas en el volante para su manejo secuencial) y la transmisión 4×4 restan a su vez parte de la potencia final, perjudicando las prestaciones (0 a 100 km/h en 12,4 segundos) y aumentando el consumo real (homologado a partir de 6,2 l/100 km según la versión).

Para un uso cotidiano, este motor atmosférico cumple su función, pero en viajes con el coche cargado o en carreteras de montaña, hace pensar de inmediato en una versión turboalimentada que mejore sus respuestas.

Estilo clásico y acabados mejorados

El estilo de la carrocería es bastante clásico y el interior resulta elegante aunque austero en su presentación. El espacio disponible está en línea con lo habitual en este tipo de coche, incluso es algo superior gracias a las generosas medidas de la carrocería para este segmento. El maletero  (385/1.310 litros) resulta correcto en su capacidad pero con poca altura debido al espacio que ocupa bajo el piso la transmisión integral.

En el interior sobresalen unos acabados que mejoran respecto a la anterior generación. Aunque se desearía una mayor ergonomía de algunos mandos, como los integrados en los brazos del volante, y en el manejo de la pantalla central.

El equipo de serie del nuevo Impreza es muy completo, sobre todo en elementos de seguridad como un avanzado sistema de ayuda a la conducción EyeSight que incluye funciones del estilo del aviso y frenada precolisión, control de crucero adaptativo y alerta de cambio de carril.

El Subaru Impreza equipa asimismo siete airbags, reposacabezas activos, pretensores en los cinturones delanteros, ayuda a la frenada de emergencia y control dinámico de comportamiento VDC. En la versión superior Executive, la dotación  se completa entre otros con otros equipos más sofisticados como faros Led giratorios, llantas de 17”, bandeja de cubremaletero retráctil, ajuste de climatización por voz, cámara de visión trasera y ordenador de a bordo con pantalla LCD a color de 6,3”.

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