El Subaru Levorg es la opción familiar compacta de la gama de la marca nipona, un modelo que combina la versatilidad de la carrocería ranchera con cierto carácter deportivo heredado, entre otros elementos, del chasis compartido con el WRX STI. De cara a 2018 se pone al día haciendo especial hincapié en las áreas de seguridad y confort.
Los cambios en el diseño, a pesar de no ser muchos ni muy profundos, le aportan un toque estético más fresco. El paragolpes delantero es nuevo y redistribuye rejilla inferior y antinieblas, que además son de LED; los faros se oscurecen y las llantas de 18 pulgadas estrenan acabado bitono.
Pasando a la seguridad, el modelo incorpora una cámara de aparcamiento delantera y faros delanteros adaptativos (cambian de orientación para iluminar la carretera en función del grado de giro del volante), y el retrovisor puede mostrar la imagen del espejo o la capturada por la cámara trasera, lo que es muy útil cuando las plazas traseras van ocupadas.
Además, el sistema Eye-Sight (que incluye frenada precolisión, asistencia a la frenada precolisión, control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, control del acelerador, aviso de derrape, aviso de salida de coche delantero y aviso de salida del carril) se ha optimizado, rebajando de 65 a 60 km/h la velocidad mínima en la que entra a funcionar el sistema de permanencia en el carril.
Por lo que respecta al confort, se ha modificado la suspensión para mejorar la calidad de la rodadura, el sistema de arranque en pendiente actúa más rápido, la calefacción de los retrovisores es más eficaz, los cristales de la parte trasera son más gruesos para reducir la rumorosidad y los asientos traseros se abaten en proporción 40/20/40 para mayor comodidad y practicidad.
Los precios del Subaru Levorg 2018, con descuentos aplicados, arrancan en los 28.900 euros de la versión Sport, llegan a 31.300 en la variante Executive y culminan en los 33.900 euros del Executive Plus.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.