Después de un periodo inflacionista muy exigente para los consumidores, que han sufrido una fuerte y generalizada subida de precios, los carburantes han aliviado el gasto de los conductores en España gracias a un descenso continuado en las tarifas que se mantiene desde hace más de un mes y se debe, entre otros factores, a la caída de los precios internacionales de los productos ya refinados.
El precio de la gasolina cayó la última semana un 1,13% y alcanzó un coste medio de 1,563 euros por litro, frente a los 1,598 que marcaba el lunes anterior. Además, el diésel bajó un 1,1% hasta un promedio en España de 1,437 euros el litro.
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Con estas cifras, la gasolina es un 8,7% más barata que hace un año, mientras que el gasóleo supone un desembolso un 10,85% menor. En ambos casos, su precio ya está por debajo del que marcaban justo antes de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022.
Los precios internacionales han bajado “fundamentalmente” por la “incertidumbre sobre el crecimiento de la economía, por ejemplo en China, y, por tanto, de la demanda de crudo. También en Estados Unidos ha habido algún signo de debilidad de la economía”, explica la portavoz de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Inés Cardenal.
El precio del petróleo
A esto se suma el descenso en la cotización del barril de petróleo, que ha caído unos 10 euros desde julio. “La debilidad de la demanda está pesando más probablemente en los precios que la oferta, que ahora mismo en Estados Unidos suficiente”, dice Cardenal, que añade otra razón, “la revalorización del euro respecto al dólar”. Como el crudo cotiza en la moneda estadounidense, la compra resulta menos costosa y eso se traslada al surtidor.
Llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 86,07 euros, 99 céntimos más barato que la semana anterior. Los conductores de coches diésel, por su parte, deben invertir 79,03 euros en la misma operación, 84 céntimos menos que la semana anterior.
Consumo de carburantes
Con estos nuevos descensos, el importe de la gasolina en España sigue por debajo de la media de la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se ha fijado en 1,72 euros por litro, frente a los 1,57 euros del gasóleo.
La caída de los precios ha coincidido con un aumento del consumo de combustibles, que creció en julio un 0,4% respecto al mismo mes del año anterior gracias al mayor uso de las gasolinas (7,4%). Los gasóleos bajaron un 1,8%.
En el acumulado del año, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos, el incremento es del 2,6% con mayor protagonismo de la gasolina (7,9%) respecto al gasóleo (1,2%).
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