El Suzuki Swift 2017 pierde encanto (pero es mejor coche)

suzuki swift

La nueva generación del Swift mejora a su predecesora.

Menos glamur, pero mayor sentido práctico. La nueva entrega del Suzuki Swift se parece a la actual, pero solo por el formato de la carrocería, porque ahora tiene un planteamiento diferente y transmite sensaciones distintas: ha cambiado sofisticación por funcionalidad. Suzuki lo ofrece, solo con motores de gasolina, desde 12.250 euros (descuentos incluidos), y aunque en conjunto es un coche más sencillo que antes, para la mayoría será mejor, porque dará un servicio más completo.

El Suzuki Swift 2017 ya no es un utilitario que busque una cierta distinción a través de la calidad, sino que la evolución se ha focalizado en mejorar los aspectos funcionales, como ampliar el interior y el maletero, reducir el consumo (con ahorros de más de dos litros cada 100 kilómetros), reforzar el equipamiento y quitar peso (nada menos que 120 kilos). En la mutación, eso sí, el habitáculo ha perdido refinamiento, la gama mecánica deja de contemplar motores diésel y el tacto al volante ya no transmite la consistencia del Swift saliente.

Pero hay que analizar más en detalle, porque varios de sus mejores argumentos no se aprecian a simple vista, mientras que algunos de sus puntos flacos, sí.

CARROCERÍA

Mide 3,84 metros de longitud, un centímetro menos, pero gana cuatro de anchura y baja 1,5 de altura. Y así, luce proporciones más conseguidas y presenta mayor empaque. El estilo recuerda al del Suzuki Swift actual, con ese formato de corte cuadrado que parece inspirado en Mini, aunque ahora ya no aparenta ser tan alto y tiene un punto más de presencia.

INTERIOR

Lo que se gana por fuera se pierde por dentro, porque toda la cabina está acabada con plásticos duros y a bordo se respira una sensación de calidad inferior a la del modelo conocido. Aunque, como compensación, la habitabilidad crece, los más altos caben atrás y el maletero cubica 265 litros, 54 más.

MECÁNICA

Los motores diésel desaparecen, pero los de gasolina se afinan y funcionan muy bien. Aporta una ingeniería reseñable. El 1.2 de 90 CV gasta 4,3 litros de media oficial (antes cinco) y baja a cuatro al sumar el sistema SHVS, un detalle original que la marca denomina semihíbrido, porque proporciona un pequeño apoyo eléctrico.

Y llega un 1.0 turbo de tres cilindros (Boosterjet) que rinde 111 CV y consume 4,6 litros (4,3 con SHVS), es decir, un ahorro de hasta 2,2 litros frente al 1.5 de antes. Además, el propulsor 1.2 puede incluir tracción 4×4, otra oferta muy poco habitual entre los utilitarios. El cambio es manual de cinco marchas, mientras que el 1.2 puede montar como opción un automático CVT.

CHASIS

La nueva plataforma permite reducir el peso en nada menos que 120 kilos frente al Suzuki Swift de ahora, un gran paso adelante para un coche de este tamaño. Y se aprecia al volante, porque el vehículo transmite gran sensación de ligereza: con el motor 1.2 la tara se queda en 840 kilos (sin conductor); con el 1.0 turbo sube solo a 865 y, con el 1.2 AWD, a 950.

COMPORTAMIENTO

La ligereza y la suavidad son las sensaciones predominantes al volante, tanto, que el coche parece rodar sin tocar apenas el suelo. Todos los mandos se accionan con el mínimo esfuerzo y refuerzan la sensación de finura. Su peso liviano mejora múltiples aspectos: consumo, frenada, agilidad en curva… Pero la dirección tiene un tacto algo impreciso, y la impresión de ligereza puede confundirse con fragilidad y fabricación elemental, aunque no es el caso.

EQUIPAMIENTO

Otro de los argumentos ocultos del Suzuki Swift 2017. Hay dos acabados disponibles, GLE y GLX, pero el primero viene ya con todo y supera al que ofrecen la mayoría de utilitarios: aire acondicionado, volante de cuero con mandos, llantas de aleación de 16 pulgadas, seis airbags y control de estabilidad, ordenador de viaje, equipo de música, USB, pantalla táctil y hasta Bluetooth, asientos delanteros calefactables y cámara trasera de ayuda al aparcamiento. Y cinco años de garantía.

El otro añade climatizador, regulador de velocidad, cuatro elevalunas eléctricos, espejos plegables, botón de arranque e, incluso, navegador. Asimismo, recoge una cámara y un láser frontales que aportan algunas funciones de seguridad y confort, como alerta de fatiga y de salida del carril, luces largas de conexión y desconexión automáticas y control de la distancia de seguridad. Pocos modelos de este tamaño dan todo esto a estos precios.

PRECIOS

Las tarifas mostradas incluyen ya las promociones disponibles: descuento directo (2.000 euros) y prima por financiar la compra con la marca (1.000).
1.2 GLE: 90 CV / 4,3 litros / 12.250 euros
1.2 GLE CVT (automático): 90 CV / 4,6 litros / 13.650 euros
1.2 GLE AWD: 90 CV / 4,9 litros / 13.750 euros
1.2 GLX SHVS: 90 CV / 4 litros / 14.750 euros
1.0 Boosterjet GLE: 111 CV / 4,6 litros / 13.450 euros
1.0 Boosterjet GLX SHVS: 111 CV / 4,3 litros / 15.950 euros

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