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Pequeño, pero completo y diferente. El Mazda 2 es un utilitario japonés de planteamiento transversal que aspira a competir con todos los modelos de su tamaño. Reúne la originalidad, tecnología y carácter minoritario necesarios para postularse como alternativa a los Audi A1 y Mini, sus rivales más exclusivos. Y añade unas tarifas suficientemente ajustadas para competir también con los superventas populares, como los VW Polo, Seat Ibiza y Peugeot 208. Saldrá a la venta en marzo con precios desde 13.250 euros (10.620 con descuentos y PIVE).
La cuarta generación del Mazda 2 se fabrica en México y mide 4,06 metros de largo, 14 centímetros más que la anterior. Aunque el aumento de longitud le otorga más presencia, destaca sobre todo por la fuerza estética del frontal, con una llamativa parrilla en forma de ala, un capó delantero muy sólido, trazos laterales ascendentes que transmite carácter y unas formas musculosas que refuerzan el empaque del conjunto. El resultado es un utilitario moderno que parece más grande de lo que es y aporta una personalidad propia que le distingue.
Con el interior sucede algo parecido, porque presenta un diseño más elaborado que sus rivales más populares. Destaca el salpicadero, que integra una franja longitudinal muy cuidada, una instrumentación original y una pantalla táctil en color (de serie desde el acabado Style+) que realzan el ambiente. La calidad de acabado, los ajustes y materiales, y los tonos coloristas de las tapicerías están a la altura de los mejores, y solo la insonorización interior no brilla a la misma altura. Por lo demás, tiene unos asientos delanteros correctos y unas plazas traseras y un maletero (280 litros) en la media de la categoría, aunque los adultos de más 1,80 metros tocan atrás con el techo.
Otro aspecto significativo del Mazda 2 es su calidad mecánica y tecnológica, que busca la eficiencia con el combustible. En general, todo el coche está trabajado al detalle para afinar al máximo el peso: utiliza aceros especiales de alta resistencia en la carroceria y tanto los motores —todos de 1.5 litros con Start&stop— como los cambios, son también livianos. La gama incluye un 1.5 de gasolina con tres versiones de 75, 90 y 115 CV (desde 13.250, 15.450 y 17.800 euros). La primera (4,7 litros de consumo medio y 110 g/km de CO2) lleva cambio manual de cinco marchas y sirve solo para la ciudad; la de 90 CV (4,5 litros y 105 g/km) comparte esa caja y puede montar una automática de seis. Y la superior lleva un cambio manual de seis marchas (4,9 litros), como la versión 1.5 turbodiésel de 105 CV (16.250), que llegará en junio y será la alternativa más limpia y eficiente. Gasta solo 3,4 litros (89 g/km), va bien en todas partes, ciudad y carretera, y es uno de los pocos diésel que cumple la norma Euro 6 de emisiones sin tener que añadir un depósito AdBlue adicional.
Toda la gama tiene 1.210 euros de descuento mínimo y hay cuatro acabados: Pulse o básico, Style, Style+ y Luxury. Pero el primero incluye ya cuatro elevalunas eléctricos, tres años de garantía y sofisticaciones como botón de arranque y acceso sin llave, aparte de los sistemas de seguridad obligatorios.
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