La ‘Bespoke Division’ de Rolls-Royce ha estado ocupada últimamente. El rizar el rizo que supone una escuadra de artesanos con encargos hechos a medida en una marca que se caracteriza por su artesanía y el mimo que pone a sus creaciones, ha dado como resultado en los últimos meses el Phantom Limelight, el St. James Rolls-Royce Wraith y el Wraith “Inspired by Fashion”.
Y si el último trabajo tomaba su inspiración del mundo de la moda, el que presentan ahora hace lo propio con la música, en concreto con el Rock&Roll. La firma británica homenajea la época dorada de este estilo con un Wraith muy especial.
En el exterior llama la atención el color de la carrocería, una suerte de marrón con brillos dorados que recibe el nombre de Lyrical Cooper. En el habitáculo los tonos cobrizos también tienen el protagonismo, estando presentes en el salpicadero y, sobre todo, en los altavoces.
¿Por qué destacarlo? Porque, y que se trata de una unidad única inspirada por la música, da el do de pecho con el sistema de audio. Cuenta con una potencia de 1300W y tiene 18 altavoces: dos cajas de bajos, siete para los tonos medios, siete tweeters y dos colocados a la altura de los oídos de los pasajeros. Además de la calidad del audio, también se ha llevado a cabo un diseño específico de los altavoces para la ocasión.
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