La labor de Volvo en los últimos años ha ido encaminada a cambiar la concepción de «coche para señor mayor» que la marca arrastraba desde hace tiempo. Junto a los nuevos modelos de la gama, las variantes Polestar han ayudado a dar una imagen más joven y deportiva, y el plan lo completan los tres prototipos que el fabricante sueco prometió para estos meses.
Primero salió a la luz el XC Concept, un prototipo de todocamino que a todas luces será el relevo del XC90; y más tarde apareció el Concept Coupe, una berlina deportiva de sugerente imagen. Ambos comparten el nuevo lenguaje de diseño que la marca implementará en futuros modelos, pero faltaba la tercera punta del tridente. Aquí está, el Estate Concept, en formato Shooting Brake.
Comparte prácticamente todos sus rasgos con el coupé: aspecto musculoso, marcados pasos de rueda, gran parrilla, voladizo delantero corto, pilar A bastante inclinado, faros delanteros con forma de T, techo panorámico… Pero la cosa cambia en la parte trasera. La línea del techo no cae, sigue recta hasta un pequeño alerón, lo que aumenta la habitabilidad de las plazas posteriores y otorga una mayor capacidad del maletero. Además, el portón tiene una particular forma debido a que está delimitado por los pilotos traseros.
En el interior también mantiene muchos rasgos de la berlina, pero añade un par de detalles propios que le dan un aire fresco, como la nueva instrumentación en una única pantalla y la nueva tapicería presente en la parte de atrás de los asientos y el techo.
La marca lo presentará a nivel mundial la semana que viene en el Salón del Automóvil de Ginebra.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.