El de los coches solares es un mercado prácticamente inexplorado y sobre el que únicamente se trabaja en el campo experimental. Hay ciertos coches eléctricos que presentan como opción techos con paneles solares para alargar su autonomía, pero no es su característica definitoria.
Son muy pocas marcas las que apuesta en serie por esta tecnología, pero algunas de ellas han tenido bastante éxito: Aptera acumula ya 22.000 reservas de su modelo, y eso que todavía no se conoce cómo es el coche de producción. En todo caso, no distará mucho del prototipo que se presentó a finales de 2020.
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Los pedidos llevan abiertos dos años y ahora se ha conocido esa elevada cifra de reservas. Uno de los motivos es que solo se solicitan 100 dólares de depósito a los interesados (unos 94 euros al cambio actual), lo que seguramente haya animado a muchos potenciales compradores.
El montante final del Aptera, en función de la variante elegida, será, al cambio, de entre 23.000 y 42.000 euros. De esta manera, la compañía calcula que de estas reservas pueden derivar unos ingresos potenciales de unos 800 millones de dólares.
Las versiones del Aptera
El diseño del modelo, con tres ruedas y unas proporciones centradas en conseguir la mejor aerodinámica posible (Cx de 0,13) y el consumo energético más reducido, son comunes a todas las variantes.
También es la misma la potencia de los motores eléctricos, que la firma sigue sin desvelar. La gama, en todo caso, se estructura en función de las distintas baterías disponibles:
- 25 kWh: 402 kilómetros de autonomía y 25.900 dólares
- 40 kWh: 644 kilómetros y 29.800 dólares
- 60 kWh: 966 kilómetros y 34.600 dólares
- 100 kWh: 1.600 kilómetros y 44.900 dólares
La clave del Aptera, sin embargo, es la presencia de paneles solares en toda la parte superior del vehículo. Según la compañía, en un día soleado son capaces de generar energía como para recorrer hasta 64 kilómetros, que luego se almacena en la batería.
Dado que este rango supera ampliamente el uso medio diario de un coche, la compañía cree que el modelo podría usarse sin necesidad de enchufarlo a la red eléctrica.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.