Audi continúa apostando por los modelos 100% eléctricos y el último en ver la luz ha sido el Audi Q4 e-tron. Situado entre Q3 y Q5, se pondrá a la venta en 2020. Se ha presentado en el Salón de Ginebra 2019 en formato de prototipo, pero su versión final será prácticamente idéntica.
Se trata de un SUV de cierto aspecto cupé con una parrilla de grandes dimensiones y casi carenada al completo. De ella parten tanto los finos grupos ópticos como unas entradas de aire bastante grandes. La línea de cintura ascendente está bastante marcada en los pasos de rueda, la suave caída del techo da lugar a un pequeño alerón. En la zaga, los pilotos de luces led están unidos entre sí, cruzando todo el portón.
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Mide 4.590 mm de largo, 1.900 mm de ancho y 1.610 mm de alto, dimensiones que le colocan en la parte de arriba del segmento C compacto. Tiene una distancia entre ejes de 2.770 mm, que la marca señala como una de las más grandes de la categoría. Esto garantiza espacio interior, sobre todo teniendo en cuenta que no monta la columna de transmisión de los coches de combustión.
El habitáculo, por otra parte, no es nada futurista y muestra cómo será el del modelo de producción, con el Audi Virtual Cockpit tras el volante y una generosa pantalla central de 12,3 pulgadas.
Su apartado mecánico de cero emisiones combina dos motores. Uno va acoplado en el eje delantero, con 75 kW (algo más de 100 CV) y 150 Nm, y otro al trasero con 150 kW (poco más de 200 CV) y 310 Nm de par. En conjunto desarrollan 306 CV. Gracias a ellos acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos, y su velocidad máxima es de 180 km/h.
Una batería de 82 kWh alimenta al sistema, lo que proporciona energía para recorrer 450 kilómetros por carga, según el ciclo WLTP.
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