El Rolls-Royce más potente de la historia obliga a los conductores a hacer una difícil elección

En 2022 Rolls-Royce dio un paso que los más puristas consideraron como un sacrilegio, aunque en los siguientes años ha sido algo habitual: la marca de lujo fabricó el primer coche eléctrico de su historia. Ahora, se ha convertido en el modelo más potente que ha desarrollado jamás, el Rolls-Royce Black Badge Spectre.

Se trata de una denominación ya conocida dentro del fabricante, que se utiliza para denominar a las versiones más deportivas de los modelos de la firma. Esto se traduce, además de en un rendimiento mayor, en cambios tanto estéticos como en el interior.

La clave, sin embargo, está en su apartado técnico. El modelo convencional emplea un sistema de propulsión conformado por dos motores que desarrollan una potencia de 585 CV y un par máximo de 900 Nm, gracias a lo que acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos.

Esta nueva variante respeta la fórmula, pero la lleva a un nivel superior: el rendimiento conjunto ahora es de 659 CV y el par sube hasta los 1.075 Nm. Sin embargo, no se puede disfrutar de ambos a la vez.

Rolls-Royce ha creado dos modos de conducción específicos para exprimir al máximo la mecánica, pero cada uno apunta en una dirección distinta. El ‘Infiniti Mode’ desbloquea toda la potencia, consiguiendo la respuesta más directa posible en el acelerador.

El ‘Spirited Mode’ vendría a ser lo que en otras marcas es el ‘launch control’, es decir, una función para entregar el par máximo y salir lo más rápido posible desde parado. Con éste activado es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, rebajando cuatro décimas el tiempo del modelo estándar.

Mantiene la misma batería de 102 kWh de capacidad, lo que le otorga una autonomía de entre 493 y 530 kilómetros.

Así es el Rolls-Royce Black Badge Spectre

A grandes rasgos es el mismo vehículo, pero estrena elementos diferenciadores, como es el caso de la pintura Vapour Violet de la carrocería, el acabado negro de múltiples detalles (como la parrilla delantera, que se ilumina) o las llantas forjadas de 23 pulgadas de diámetro.

En el interior el lujo habitual del modelo se complementa con el característico techo estrellado con 5.000 LED, madera negra, detalles en fibra de carbono y una instrumentación digital que se puede personalizar en varios colores.

Chris Brownridge, director ejecutivo de Rolls-Royce Motor Cars, explica: “El Black Badge Spectre es una de las declaraciones de poder y propósito más claras que jamás hayamos hecho. Ha sido creado a imagen de nuestros clientes más atrevidos y audaces, con una meticulosa atención al detalle. Desde el comienzo del viaje del Black Badge Spectre, los clientes que solicitaron este extraordinario automóvil nos retaron a compartir su espíritu intrépido”.