Los coches eléctricos, que a pesar de su recorrido son relativamente nuevos, generan ciertas dudas en los conductores. Muchas de ellas están relacionadas con su misma naturaleza, pues la electricidad no es un elemento que se pueda tomar a la ligera. Una potencial preocupación es el ‘electrosmog’. ¿Qué es y representa o no un problema de verdad?
Se trata de ‘radiación electromagnética peligrosa’ y preocupa que, en los coches de baterías, que tienen que cargar y operan con voltajes altos, pueda aparecer de manera más habitual que en los modelos de combustión.
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El ADAC (Automóvil Club Alemán) ha llevado a cabo un estudio al respecto y es claro a este respecto: “No, el estudio a gran escala demuestra que no existe ningún riesgo para la salud derivado de la radiación electromagnética en los vehículos eléctricos probados. No se superaron los límites básicos establecidos”.
Para llevar a cabo el informe se analizaron 11 coches eléctricos, dos híbridos enchufables y uno con motor de combustión, además de cuatro motocicletas eléctricas. Las pruebas se llevaron a cabo en el banco de pruebas rodante de ADAC, en su pista de en Penzing y en pruebas de conducción reales.
Se utilizó un ‘dummy’ al que le instalaron 10 sondas distribuidas desde los pies a la cabeza. Además, se colocó el maniquí en dos asientos diferentes de cada coche para comparar entre las distintas posiciones.
Las mediciones han puesto de manifiesto que ocasionalmente se pueden producir intensidades de campo magnético locales y breves que superen los valores de referencia, pero que solo puede suceder al arrancar, frenar, acelerar o al activar componentes eléctricos. A pesar de ello, el organismo señala que “incluso en estos casos, no se superaron los límites básicos y, por lo tanto, no existe evidencia de riesgo para la salud”.
¿Qué ocurre durante la carga?
No solo se analizaron los coches eléctricos durante la conducción, también se puso a prueba la generación de campos electromagnéticos durante la carga.
En ese caso las mediciones se hicieron tanto dentro del vehículo como en el exterior, a una distancia de 30 centímetros de la estación de carga o del enchufe y directamente en el enchufe del cable, y desde antes del inicio del proceso de carga hasta unos minutos después de terminar.
Las conclusiones que se han sacado son que pueden producirse breves periodos de campos magnéticos intensos si se está directamente en el enchufe de carga, pero que dentro del vehículo los valores solo son ligeramente elevados.
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