Es imposible mirar este prototipo y no acordarse de las míticas ‘Flechas Plateadas’, los característicos deportivos con los que Audi (Auto Union) y Mercedes dominaron el mundo de la competición durante los años 30 del siglo pasado. Y seguramente esa haya sido la intención de Infiniti, apelar a la nostalgia y demostrar como lo retro puede casar a la perfección con tecnología de lo más moderna. Y es así como el Infiniti Prototype 9 une dos mundos.
Su imagen es clásica a más no poder: un monoplaza bajo y estilizado que mide 4.330 mm de largo, 1.820 mm de ancho y 910 mm de alto; con una carrocería formada por paneles de aluminio desnudo hechos a mano, llantas multirradio y un peso de solo 890 kilos. Infiniti ha reimaginado su reconocible parrilla para convertirla en una branquia gigante para el frontal, y coronando el capó se encuentra una adaptación de su logo.
El diseño es poco menos que impecable pero lo que llama a la atención es su mecánica, para la que se ha optado por un moderno bloque 100% eléctrico, concretamente uno de 110 kW de potencia, lo que en términos tradicionales supone 150 CV, a los que acompaña un par máximo de 320 Nm. Aunque a priori pueda parecer una cifra algo escasa, combinada con la ligereza del conjunto lanza al monoplaza de 0 a 100 km/h en 6,0 segundos. Su velocidad máxima está limitada a 168 km/h y la batería tiene una duración de unos 20 minutos si se corre en circuito.
Alfonso Albaisa, Director Ejecutivo de Diseño de Infiniti, explica así su concepción: “Comenzó con un simple pensamiento: ¿Y si encontráramos un deportivo en el sur de Japón, escondido en un granero, olvidado durante los últimos 70 años? ¿Y si en este coche estuviera plantada la semilla de la pasión por la competición del primer Gran Prremio japonés de la historia y tuviera la potencia y la confección de un Infiniti actual? ¿Cómo luciría ese descubrimiento?”
Tan espectacular creación se presentará al mundo durante el Concurso de Elegancia de Pebble Beach.
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