La furgoneta de reparto que se convierte en caravana por casi 200.000 euros

La mayoría de las camperizaciones se realizan sobre furgonetas, que suelen ser de tamaño pequeño o mediano. Sin embargo, son las grandes, por norma general utilizadas para tareas de reparto, las que ofrecen un mayor espacio interior y, por tanto, permiten de verdad convertir un vehículo en una auténtica casa con ruedas.

Es el enfoque ha adoptado Grounded, compañía que ha utilizado la BrightDrop Zevo, una furgoneta eléctrica de reparto, para crear la Grounded G2, una autocaravana de cero emisiones con un amplísimo interior modular y que cuesta 185.000 euros.

Su diseño exterior es de lo más convencional, con unas proporciones pensadas para poder maximizar el espacio disponible en el interior. Su rasgo más llamativo es la puerta del conductor, pues este tipo de furgonetas en muchas ocasiones ni siquiera tienen, para que el repartidor pueda salir y entrar sin perder tiempo, pero que aquí está presente con un sistema de apertura corredizo.

Lo importante, sin embargo, está dentro. La G2 cuenta con un espacio de 57 metros cuadrados que le permiten, gracias a una configuración modular que el cliente puede personalizar al gusto, contar con todo lo necesario para salir a la aventura e incluso vivir en ella durante bastante tiempo.

El director ejecutivo de Grounded, Sam Shapiro, explica: “Hemos diseñado la G2 para que sea lo más flexible posible y nuestro interior verdaderamente modular cumple la promesa de un interior de caravana continuamente actualizable. Con el tiempo, a medida que su vida cambia y sus necesidades de uso cambian, el vehículo puede cambiar con usted”.

Un salón y una cama para dos

Es por eso que las configuraciones interiores son múltiples, pero vale como ejemplo las imágenes que ha compartido la compañía para hacerse una idea de las opciones que hay.

El puesto de conducción está separado de la estancia principal por un biombo y esta se estructura en muebles en los dos laterales, con un pasillo central que lleva hasta un pequeño salón con dos sofás enfrentados y una mesa central, tras lo que está una cama de matrimonio.

En la primera sección hay una competa cocina con fregadero, fogones y nevera, así como multitud de huecos portaobjetos. La guinda la pone la zona trasera, que al abrir el portón muestra una ducha exterior.

Monta una batería de 165 kWh de capacidad que le otorga una autonomía de 402 kilómetros, así como con una pila secundaria de 10 kWh que es la que se encarga de alimentar todos los dispositivos de a bordo.