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Mucho más sugerente por fuera y con una mecánica híbrida, seña de identidad del fabricante, que consume un litro menos. Son los puntos fuertes del nuevo Lexus RX, que gana personalidad y se confirma como una alternativa diferente entre los todoterrenos grandes, porque es el único que no ofrece los motores diésel tan populares en los modelos de la competencia (concentran el 90% de las ventas).
Llegará a España el próximo enero desde 63.200 euros, un precio de acceso superior al de los Audi Q7, BMW X5, Mercedes GLE y Volvo XC90, las opciones similares, que marca uno de sus principales puntos débiles. El sobrecoste, sin embargo, se compensa en parte con un equipamiento de serie más completo.
El RX siempre ha sido un modelo distinto a la mayoría, y la marca ha decidido vestirlo ahora con un traje más expresivo que lo refleje y que sirva también para tratar de seducir a un público más joven, porque la media de edad de los clientes de Lexus (de sus modelos más grandes) está entre 50 y 60 años. Sigue la línea marcada por el NX, su hermano menor, y continúa el giro de diseño iniciado por la marca hace dos años, proponiendo una estampa que no deja indiferente.
Aparte del diseño, el RX 2016 cuenta también con un tamaño superior que otorga un punto extra de presencia y que amplía además la habitabilidad. Pega un buen estirón, pasando de 4,77 a 4,89 metros de largo, y ofrece unas plazas traseras más cómodas y aptas para todas las tallas, y también un maletero de 539 litros, que, a pesar de ser 93 litros mayor que antes, permanece como el más pequeño de los todoterrenos grandes, aunque ofrece capacidad suficiente para cumplir en el uso familiar.
La evolución se completa con acabados más refinados y nuevas soluciones de confort como los asientos delanteros con ajuste eléctrico, calefacción y ventilación, y los traseros de inclinación regulable, para poder recostarse.
Como todos los Lexus, el nuevo RX sobresale por su suavidad y confort. En ciudad y al viajar por autopista, rueda con un aplomo y silencio notables y es un coche muy cómodo. En cambio, en carreteras viradas se siente poco ágil (pesa 2,1 toneladas) y, al acelerar con cierta decisión (repechos, adelantamientos…), el cambio automático de tipo CVT hace que suban mucho las revoluciones e implica un aumento importante de la sonoridad.
La mecánica mantiene el mismo esquema del RX saliente, con un motor 3.5 V6 de gasolina y dos eléctricos, uno por eje, que suman en total 313 CV (14 más) y aportan tracción 4×4. Y el consumo oficial ha bajado hasta 5,2 litros de media (1,1 menos), aunque en uso real, como sucede en todos los coches, lo normal será oscilar entre ocho y 13 según el trazado y el ritmo de circulación.
Seguridad electrónica
Todos los acabados del RX, del básico Eco al superior Luxury, vienen de serie con un nuevo paquete de ayudas a la conducción denominado Lexus Safety System +. Se basa en las cámaras y radares que integra el coche y ofrece varias funciones de seguridad. La principal es el control del entorno frontal con alerta de colisión y, de ser necesario, frenada autónoma de emergencia (completa en ciudad y parcial en carretera). También reúne control de velocidad inteligente ACC, alarma de salida del carril, luces largas automáticas, reconocimiento de señales de tráfico y detector de fatiga del conductor.
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