Hablar de copia o plagio en el sector de la automoción no es demasiado habitual, salvo en el caso del peculiar mercado chino. Más bien suele decirse que hay modelos inspirados en otros anteriores. Sin embargo, el Aviar Motors R67, primer coche de la start-up rusa del mismo nombre, es tan parecido al Ford Mustang del 67 que habrá que esperar para saber si la marca estadounidense toma cartas en el asunto.
Y es que todos los paneles de la carrocería, realizados en fibra de carbono para ahorrar peso, han sido modelados imitando al icónico muscle car. No obstante, los parecidos acaban en la estética exterior, ya que se trata de un modelo 100% eléctrico que cuenta con todo tipo de tecnología moderna.
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El Aviar Motors R67 emplea un chasis de aluminio que ubica la batería de 100 kWh de capacidad en la parte baja, lo que rebaja el centro de gravedad. Esta alimenta a un sistema de propulsión con configuración de dos motores, uno en cada eje, que le confiere tracción integral, una potencia conjunta de 840 CV y un par máximo de 966 Nm.
Gracias a ello acelera de 0 a 100 km/h en 2,2 segundos y marca una velocidad punta de 250 km/h. Por lo que respecta a la autonomía, la compañía adelanta un alcance de 507 kilómetros por carga.
También cuenta con detalles interesantes como un alerón trasero que se despliega al superar los 120 km/h, la suspensión neumática y los faros con tecnología LED. Ahora bien, si por fuera se asemeja al Mustang del 67, por dentro es fácil apreciar las similitudes entre el Aviar Motors R67 y el Tesla Model S. El habitáculo es muy limpio, con un salpicadero en el que apenas se encuentran el cuadro de instrumentos digital, cuatro salidas de aire y una descomunal consola central formada por una pantalla de 17 pulgadas.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.