Renault Symbioz: el futuro está más cerca de lo que parecía

La gran apuesta de la marca francesa para 2023 es un modelo autónomo con un interior digno de un salón; su motor eléctrico entrega 650 CV y las baterías ofrecen 500 km de autonomía.

Renault Symbioz

Más cerca de llegar a producción.

En el pasado Salón de Fráncfort se presentó el Renault Symbioz, la visión de la marca francesa de cómo serán sus vehículos allá por 2030. Y para entonces, Renault considera que estarán incluso integrados con las viviendas. El fabricante ha seguido trabajando en él y ha evolucionado hasta un prototipo funcional, con nivel 4 de autonomía y que está más cerca todavía del modelo de producción que verá la luz, según las nuevas previsiones, en 2023.

El Renault Symbioz ha aumentado todavía más su tamaño, configurado como un híbrido entre gran berlina y monovolumen: mide 4.920 mm de largo, 1.920 mm de ancho y 1.440 mm de alto, con una distancia entre ejes de 3.070 mm, medida clave esta última ya que aspira a convertirse en una suerte de salón con ruedas.

Su imagen también ha recibido un baño de realidad. Mantiene las líneas del concept original, pero añade los elementos necesarios para acercarse a un coche de producción en serie. La parrilla tradicional desaparece (no hay motor de combustión que refrigerar), los grupos ópticos crecen y perfilan además los pasos de rueda delanteros, la superficie acristalada es enorme –pero incorpora techo solido y pilares negros–, los retrovisores (que en realidad son cámaras) están colocados en una posición inusualmente alta y la carrocería se ha pasado a las cuatro puertas.

El habitáculo también es sensiblemente menos futurista, pero dado que el vehículo tiene un nivel de autonomía 4, que permite al conductor dejar de prestar atención a lo que ocurre en carretera, tiene soluciones pensadas para el relax y el entretenimiento. Hablamos de asientos con un alto grado de reclinación, sistema de gafas de realidad virtual, zona trasera “a modo de dormitorio”, un puesto de conducción que se retrotrae 120 mm para dar más espacio al conductor o un panel de instrumentos formado por tres pantallas OLED de grandes dimensiones que permiten incluso ver vídeos.

A pesar de ello, si así lo desea, el conductor podrá encargarse de conducir con los modos Classic y Dynamic (que potencia la deportividad). En ambos podrá exprimir su mecánica 100% eléctrica, formada por dos motores colocados en el eje trasero  que entregan de forma normal 489 CV y 550 Nm, pero que de forma puntual pueden subir hasta los 680 CV y 660 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 6 segundos, y gracias al sistema 4Control con cuatro ruedas directrices tiene una agilidad mejorada. Monta baterías de 72 kWh de capacidad, pero la estructura permite colocar unas de hasta 100 kWh. Su autonomía ronda los 500 kilómetros.

Además, es un auténtico centro de tecnología siempre conectado. Lanza avisos con distintos tipos de información (destino, nivel de batería, tráfico…), es posible llamarlo mediante un smartwacth y emplea el MultiSense 3.0, un sistema que varía las luces, el sonido y los aromas para provocar sensaciones en los pasajeros.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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