Unos estudiantes desarrollan el coche eléctrico más rápido del mundo

Una de las mayores ventajas que tienen los coches eléctricos sobre los de combustión es la entrega inmediata de potencia, lo que resulta en aceleraciones mucho más rápidas. Por este motivo, los cero emisiones se han encargado debatir récord tras récord en este campo, pero el que acaba de establecerse como rey con el título de coche eléctrico más rápido del mundo no es de ninguna gran comparación, es obra de estudiantes.

Concretamente del Green Team de la Universidad de Stuttgart que, desde hace años, está trabajando en un monoplaza de cero emisiones que es todo un caza récords.

En 2012 presentaron la primera versión del E0711-11 EVO y lograron el récord mundial de aceleración al pasar de 0 a 100 km/h en 2,681 segundos. Sin embargo, la industria ha evolucionado mucho y con ese registro solo entraría, y por los pelos, entre los 15 supercoches eléctricos más rápidos sobre la faz de la tierra.

Así que no se durmieron en los laureles y durante todo este tiempo se han dedicado a trabajar en el proyecto y mejorarlo. De esta manera, el monoplaza ahora pesa solo 173 kilos, algo de lo que es responsable su estructura fabricada íntegramente en fibra de carbono, y cuenta con un sistema de propulsión con tracción integral, con un motor en cada rueda, que desarrollan en conjunto 210 CV.

Puede no parecer una potencia excesiva, pero como es tan liviano, su relación peso/potencia es de más de 1 CV por kilo. A eso hay que sumar la tracción a las cuatro ruedas y el uso de neumáticos lisos para maximizar el agarre.

Todo ello en conjunto le ha permitido establecer una aceleración de 0 a 100 km/h en 1,416 segundos, generando una fuerza G de 2,5 que supera incluso a la de un monoplaza de Fórmula 1.

Por establecer referencias, el modelo que más cerca se le queda es el Aspark Owl, un hiperdeportivo de 2.012 CV y 2.000 Nm de par máximo, que completa el sprint en 1,69 segundos, casi tres décimas más, que a estos niveles son un mundo.

Si buscamos comparaciones algo más terrenales, aunque tampoco mucho, el Lucid Air Sapphire alcanza los 100 km/h desde parado en 2 segundos y la versión más radical del Tesla Model S, el Plaid, en una décima más.