Volkswagen y Seat, en alianza con otras 60 empresas, entre ellas Iberdrola y Bosch, han registrado esta mañana el proyecto Future: Fast Forward, que busca convertir España en un ecosistema perfecto para el coche eléctrico.
Con esta propuesta, el conglomerado aspira a recibir las ayudas del Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica del vehículo eléctrico y conectado (PERTE VEC), con fondos de la Unión Europea.
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El proyecto de ambas marcas está formado por 62 empresas nacionales e internacionales y constituye “la mayor agrupación empresarial de la historia de la automoción en España”, según ha informado Seat en un comunicado. Entre las compañías participantes están Iberdrola, Bosch y el Grupo Sesé, a las que se suman entidades como el Instituto CIRCE de la Universidad de Zaragoza.
El proyecto está formado por cuatro ejes principales, según informa Europa Press: el primero, liderado por Seat y Volkswagen, aspira a electrificar las fábricas de Martorell (Barcelona) y Pamplona; el segundo es la creación del ecosistema de baterías para coches eléctricos, que engloba desde la extracción del litio en las minas hasta el ensamblaje de baterías.
El tercer eje contempla la localización en España de componentes “esenciales” para vehículos eléctricos y, el cuarto, incluye ámbitos relacionados con la formación, la digitalización y la economía circular.
El pasado 1 de abril se abrió el plazo para solicitar las ayudas al PERTE VEC y se cerrará el próximo 17 de mayo, y el presupuesto asciende a 2.975 millones de euros, 1.425 millones de los cuales se concederán en forma de préstamos y otros 1.550 a través de subvenciones.
La participación de Iberdrola
Entre los socios del Future: Fast Forward se encuentra Iberdrola que, en un comunicado, ha asegurado que desempeñará “un papel relevante” en el consorcio, fomentando la sostenibilidad en el proceso de fabricación de vehículos eléctricos y reduciendo las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La compañía ha explicado de que su aportación estará centrada en la descarbonización de las fábricas de Seat en Martorell y de Volkswagen en Pamplona, el desarrollo de proyectos de autoconsumo fotovoltaico y el desarrollo de soluciones de recarga inteligente y para testar las baterías de segunda mano.
Iberdrola ha resaltado su apuesta por la electrificación del transporte en su estrategia de transición hacia una economía descarbonizada. El grupo cuenta con un plan de movilidad sostenible, con una inversión 150 millones de euros, que prevé la instalación de cerca de 150.000 puntos de recarga de alta eficiencia, tanto en hogares, como en empresas, así como en la vía urbana, en ciudades y en las principales autovías.
La directora de Smart Mobility de Iberdrola, Raquel Blanco, ha indicado que este proyecto “es un magnífico ejemplo” del trabajo que hacen en su compañía para que la sostenibilidad acompañe todo el ciclo de vida del vehículo, no solo en la parte de uso, sino también en su fabricación.
“Ayudamos a descarbonizar los procesos de fabricación de los vehículos eléctricos, con tecnologías que utilizan energías limpias y que permiten hacer un uso eficiente de las mismas”, asegura la directiva.
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