Alergia al volante: con estos sencillos trucos vas a respirar mucho mejor en tu coche

Después de las intensas lluvias de marzo, el aumento de temperaturas traerá consigo una importante subida en el nivel de sustancias alérgenas.

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Si se prepara el coche antes de la época primaveral, se sufrirá mucho menos sus efectos alergénicos. | Getty Images

La primavera ya está aquí, y con ella, el aumento de las temperaturas y los días más soleados. A pesar de las intensas lluvias de marzo, los termómetros subirán en los próximos días, impulsando aún más el crecimiento de las gramíneas, ya favorecido por la humedad acumulada.

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) advierte que esta combinación de factores disparará la concentración de polen en el aire, haciendo que la temporada de alergias sea especialmente intensa.

Para quienes pasan mucho tiempo al volante, esto puede suponer un problema no solo de salud, sino también de seguridad. Desde Midas (red de talleres del automóvil), comparten unos consejos clave para reducir el impacto de las alergias mientras conduces:

Mantener el ambiente interior del vehículo limpio

La limpieza del ambiente interior del vehículo es un proceso clave. Una buena limpieza de la tapicería y de las superficies del salpicadero y de las puertas, puede quitar el polvo y el polen acumulados y ayudar a tener un habitáculo menos agresivo con las vías respiratorias.

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La limpieza del interior evita respirar polvo y ácaros.

Asimismo, se puede llevar a un centro especializado que desinfecte a fondo el espacio para los pasajeros, por ejemplo, con ozono.

Sustituir el filtro de polen

El filtro antipolen es clave para garantizar una buena calidad del aire dentro del coche, ya que retiene partículas como polen, polvo, y otros alérgenos. Su función principal es evitar que estos contaminantes entren en el sistema de ventilación, mejorando la salud de los ocupantes y la eficacia del climatizador.

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Es recomendable sustituir el filtro del habitáculo al menos una vez al año.

Se recomienda cambiarlo al menos una vez al año, dependiendo del uso y las condiciones ambientales. Además, se aconseja optar por filtros HEPA o de carbón activo, ya que capturan partículas ultrafinas y ayudan a reducir los malos olores y la contaminación interior.

Revisar el sistema de aire acondicionado y ventiladores

Un sistema de aire acondicionado bien mantenido no solo asegura confort, sino también una mejor calidad del aire. Los ventiladores y el sistema de refrigeración deben ser revisados regularmente para evitar la acumulación de bacterias y hongos que puedan empeorar los síntomas alérgicos. Una revisión periódica garantizará que el sistema funcione correctamente y reduzca la posibilidad de contaminación interna.

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Hay que revisar el sistema del aire acondicionado cada dos años.

El mantenimiento recomendado por los fabricantes de vehículos es cada dos años. Este proceso consta de una carga completa, con lo que se consigue extraer la humedad y el exceso de aceite del sistema de climatización, siendo este mantenimiento preventivo fundamental para evitar costosas reparaciones de componentes del aire acondicionado.

Regular el flujo de aire y usar la recirculación

Una de las claves para no sufrir con la alergia durante la conducción en primavera reside en ‘blindar’ el coche. Para ello, es fundamental regular el uso del ‘aire exterior’ y, con ello, minimizar la entrada de polen y otros alérgenos.

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Es bueno utilizar la recirculación en momentos de alta concentración de polen.

Por eso, hay que limitar el uso del aire acondicionado (en la medida de lo posible) y, en su lugar, activar la función de recirculación de aire dentro del habitáculo. Esto evitará que el aire exterior entre al habitáculo, lo que es especialmente útil durante los días con alta concentración de polen. No obstante, tampoco conviene abusar de este sistema, ya que su uso prolongado puede generar condensación y proliferación de hongos.

Controlar la temperatura y humedad del vehículo

Una temperatura y humedad inadecuadas dentro del coche pueden contribuir a la proliferación de alérgenos como el moho o los ácaros, empeorando los síntomas de las alergias.

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La humedad en exceso puede provocar la proliferación de hongos y bacterias.

Se debe mantener el sistema de climatización a una temperatura constante, no demasiado fría ni muy cálida, entre 20 y 22 grados.

Evitar riesgos innecesarios

Si los síntomas de la alergia son muy molestos, lo mejor es detener el vehículo y descansar un poco antes de continuar el viaje. También se recomienda evitar conducir tras lluvias intensas, ya que la humedad aumenta la concentración de polen.

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Si los síntomas de la alergia aumentan, lo mejor es detener el vehículo y descansar un rato.

Además, usar gafas de sol pueden ayudar a reducir la irritación ocular causada por alérgenos en suspensión.

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