Minimizar las infracciones de tráfico son una de las grandes peleas de los ayuntamientos. En algunas ciudades, el problema ha adquirido tal dimensión que los medios con los que cuentan no son suficientes. Razón por la que han apostado por radares capaces de interceptar multitud de infracciones.
Hay una ciudad en la que, cada día, miles de vehículos coinciden en una serie de puntos donde las infracciones se disparan. A esto hay que añadir el riesgo que esto implica para los usuarios más vulnerables. Por ello, en Rouen (Francia) han apostado por las videomultas.
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En la capital de la región de Normandía, el control del tráfico lo lleva a cabo la policía municipal, la nacional y los Agentes de Vigilancia de la Vía Pública (ASVP). El problema es que los dos primeros tienen otras muchas tareas y los ASVP no son suficientes para frenar el problema.
Para compensar esta falta de recursos y reforzar la eficacia de los controles, Rouen ha recurrido a las cámaras de radar. No sólo son elementos disuasorios, también emiten sanciones gracias a la conexión que han establecido con el Centro de Supervisión Urbana (CSU).
El poder de estos radares reside en el número de infracciones que son capaces de identificar y sancionar: hasta doce.
- Saltarse un semáforo en rojo o un stop.
- Circular por encima de la velocidad máxima.
- No respetar la distancia de seguridad.
- Circular por carriles reservados (autobuses, bicicletas…).
- No usar el cinturón de seguridad.
- Usar el teléfono móvil.
- Circular o aparcar en carriles de emergencia.
- No respetar la línea continua.
- No respetar las normas de adelantamiento.
- No respetar el espacio exclusivo para bicicletas en los semáforos.
- No usar casco cuando se circula en moto.
- Circular sin seguro.
Período de adaptación
Las videomultas no serán efectivas de manera inmediata: habrá una fase de adaptación. En ella, las autoridades informarán a los conductores y usuarios acerca de las nuevas medidas para fomentar el cumplimiento de las normas de tráfico y aparcamiento.
El objetivo es cambiar ciertos comportamientos para reducir el número de infracciones mientras se garantiza una vigilancia continua. De esta forma, Rouen intentará que sus calles sean más seguras para todos.
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