Los coches van perdiendo piezas conforme pasan los años. Aquellos elementos que antes eran imprescindibles ahora dejan de tener sentido. ¿Quién no se acuerda de los elevalunas manuales? O, simplemente, de las tradicionales llaves con las que se arrancaba el motor.
El habitáculo de los coches también ha cambiado mucho con los años. Antes, el cenicero y el mechero eran elementos indispensables. Ahora, está todo lleno de huecos y espacios de almacenamiento, ya que en la mayoría de los vehículos modernos el freno de mano ya es eléctrico.
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Dentro de los coches, hay un elemento que ha pasado desapercibido y que, francamente, era útil. Se trata del asidero, una palabra de la que algunos se preguntarán el significado.
¿Qué es el asidero del coche? Pues nada más y nada menos que el asa colocada encima de las puertas. Este elemento tan sencillo, que facilitaba la entrada y la salida del vehículo, ha dejado de verse en los modelos más modernos.
Pero, además de servir como un agarre para acceder al vehículo, el asidero del coche podía cumplir otra interesante función, aunque no había sido diseñado para ello: colgar objetos. La gran mayoría de estas asas cuentan con un pequeño gancho para sujetar una percha, pero el interior de un habitáculo en marcha tampoco es el sitio ideal para colgar elementos. Incluso en caso de accidente los objetos pueden salir disparados poniendo en peligro a los ocupantes.
Asideros de quita y pon para el coche
Para aquellos conductores que hayan perdido los asideros en sus coches nuevos, se venden estos agarres como accesorios que se instalan de manera sencilla en el vehículo. Son ideales para, por ejemplo, personas ancianas o con movilidad reducida, ya que estos apoyos les permiten salir con más seguridad del coche.
Se pueden encontrar en diferentes páginas de comercio online, como Amazon, y los precios se quedan por debajo de los 20 euros en juegos de dos.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.