La complejidad técnica y tecnológica de los automóviles no ha dejado de ir en aumento, algo que ha hecho que los conductores cada vez se atrevan menos a encargarse por su cuenta de llevar a cabo reparaciones en sus vehículos. Sin embargo, todavía quedan algunas operaciones de mantenimiento sencillas que los usuarios sí se animan a realizar.
Según los datos recopilados por Norauto sobre las búsquedas y compras de repuestos que se realizan en sus tiendas, las siguientes siete son las más habituales. Además, su análisis también apunta que en 2023 uno de cada cuatro conductores llevaron a cabo alguna operación en sus vehículos.
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Revisión del aceite
La más habitual es el rellenado de aceite, algo lógico si se tiene en cuenta que se debe comprobar sus niveles de manera regular, siendo lo recomendable una vez al mes. Para verlo basta con utilizar la varilla, limpiarla y volver a introducirla para ver que el nivel está entre las marcas recomendadas. Si está por debajo, hay que añadir más.
Eso sí, no hay que confundir esto con un cambio de aceite, una operación compleja que hay que hacer en taller y que debe llevarse a cabo con la periodicidad recomendada por el fabricante.
El vídeo del día
Le sigue el llenado del líquido limpiaparabrisas, algo muy sencillo de realizar, puesto que basta con abrir el capó, encontrar el depósito (marcado por una imagen muy representativa) y rellenarlo. Es recomendable hacerlo con un líquido específico para esta función, puesto que con agua puede provocarse cal y óxido.
Escobillas limpiaparabrisas
En tercer lugar está el cambio de escobillas, otra operación sencilla en la que lo más importante es comprobar que el modelo sea compatible con el coche, tanto por tamaño como por tipo de enganche.
Lo siguiente es el cambio de bombillas de los faros, algo cuya complejidad varía mucho en función del tipo de grupos ópticos que utilice el automóvil. Los clásicos faros halógenos son sencillos de operar, pero no ocurre lo mismo con los de xenón o con los más modernos LED.
Algo similar ocurre con los intermitentes, que ocupan el quinto puesto, y cuyo reemplazo cambia mucho en función de la tecnología que utilicen.
Cómo cambiar la batería
A continuación está el cambio de la batería. Es algo que tradicionalmente ha hecho el propio conductor, aunque hay que tener más cuidado en el caso de vehículos que tengan sistemas de arranque y parada automáticos. Si el coche no dispone del sistema, basta con seguir una serie de pasos básicos: primero hay que quitar el cable negro, que es el borne negativo; después el borne positivo, que es de color rojo; después se retira el anclaje y se quita la batería. Por último, se coloca la nueva y se realizan los mismos pasos a la inversa.
La séptima operación que más realizan los conductores españoles por su cuenta es el reemplazo de las bujías de encendido, algo que se recomienda hacer cada 20.000 kilómetros.
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