Las pegatinas decorativas no son nada nuevo. De hecho, llevan usándose años para decorar cualquier superficie a disposición: cuadernos, ordenadores y, por supuesto, coches.
Aunque muchos de estos adhesivos hagan referencias a marcas de ropa, equipos de fútbol o similares, hay otros que tienen significados más ocultos y profundos. Una pegatina muy reconocible en carretera es la que representa a un caballo.
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Esta pegatina del caballo celtíbero es muy fácil de reconocer, pero quizás su significado se escape a muchos. Si se ve pegada en un coche, hay que asociar el vehículo a un conductor o bien soriano o bien con familia soriana.
Este caballo celtíbero se ha convertido en uno de los símbolos de Soria y refleja resistencia y lucha por la libertad. La razón es muy clara: representa la lucha de la antigua Numancia contra los ataques del Imperio romano. Estos caballos se utilizan en fíbulas, broches con los que los numantinos se cerraban y sujetaban las capas.
Durante los años 90, los arqueólogos e investigadores encontraron el Yacimiento de Numancia, donde hallaron muchas de estas fíbulas. Junto con los textos de la antigua Roma, donde se habla de la lucha contra los numantinos, este caballo se tomó como símbolo de Soria y, por lo tanto, acabó hasta en pegatinas para los coches.
Significados de las pegatinas: de historia a discotecas
No obstante, esta no es la única pegatina cuyo significado une a una población. De este tipo se encuentran también la cruz de la Victoria, que une inevitablemente a todos los asturianos, y el índalo, un hombre con los brazos unidos por encima de la cabeza en forma de semicircunferencia que está asociado a Almería.
Pero, además de los adhesivos con referencias geográficas e históricas, también hay pegatinas para los coches con significados religiosos. Una de las más vistas y conocidas es el pez cristiano o Ichthys. Este símbolo está asociado al cristianismo y, de hecho, es uno de los más antiguos, ya que se remonta al Imperio romano, cuando los cristianos eran perseguidos por los soldados de la antigua Roma.
Obviamente, no faltan pegatinas muy ‘dosmileras’ que hacen referencia a las modas del momento (la flor de Gurú, la de Loreak Mendian…) o, incluso, a grandes discotecas donde el propietario del vehículo probablemente ha pasado grandes fines de semana: la de Penelope, por ejemplo, es una de las más reconocibles, aunque también se pueden ver de Coliseum, entre otras.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.