Confunde la ruleta del volumen con el selector de marchas y acaba estrellando el coche

La similitud entre ambos controles hizo que el conductor creyera haber elegido el modo 'parking'. El automóvil emprendió la marcha solo.

Selector de marchas
El selector de marchas del Chrysler Pacífica tiene un formato y posición peculiar.

La configuración del puesto de conducción de los coches es extremadamente importante. Los diseñadores trabajan para ofrecer un entorno en el que todo esté al alcance del conductor, que favorezca la ergonomía y que sea sencillo de usar. Esa es la teoría, pero no siempre el resultado es el que se busca.

En los últimos años se ha puesto de manifiesto como la eliminación de los controles físicos para optar por pantallas y superficies táctiles no es precisamente práctico, ya que distrae más a los conductores. Sin embargo, incluso la botonería física puede poner en apuros a los que van al volante en ocasiones.

Es el caso del usuario de Reddit llamado agod248. Éste lleva años conduciendo un Chrysler Pacífica, un monovolumen de larga trayectoria dentro de la marca estadounidense, motivo por el que admitía con vergüenza, a la par que, con cierto humor, un error que tuvo y que acabó en un pequeño accidente.

Según explica, cogió el coche para salir de casa, cuando se dio cuenta de que en el asiento del acompañante había basura que sus hijos habían dejado ahí, como botellas de agua y bolsas de snacks. Para recoger, pensó en parar el coche, sacar los restos y tirarlos al cubo. La operación era sencilla a priori, pero se complicó por un descuido.

Antes que nada, hay que echar un vistazo a cómo es el puesto de conducción del monovolumen, puesto que arroja mucha luz sobre la situación:

Selector de marchas

El Pacífica cuenta con una caja de cambios automática que emplea un selector de marchas circular, un formato que es relativamente común. Sin embargo, lo que no es tan habitual es el lugar en el que está ubicado: en la consola central, justo al lado del contacto… y de los controles del sistema de sonido.

El problema está en que justo a su derecha se ubica la ruleta que maneja el volumen, que fue la que giró antes de bajarse del coche. Debido a ello, no puso el automóvil en la ‘P’, el freno de mano eléctrico para aparcar, y en cuanto salió del vehículo, éste comenzó a avanzar sin que su dueño pudiera pararlo hasta que a unos tres metros acabó chocando contra el coche de su vecino.

Por suerte los daños no fueron muy graves y la presencia del otro automóvil evitó que el Chrysler siguiera su camino calle abajo, que, según comenta, es en pendiente, por lo que podría haber causado grandes destrozos.

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