Cuando la canícula aprieta no hay nada mejor que apretar el botón mágico que rebaja casi inmediatamente la temperatura interior de los coches. Así se puede continuar conduciendo con todas las garantías de seguridad: el calor desmedido provoca deshidratación y somnolencia, además de afectar a la capacidad de toma de decisiones del conductor e incrementar el riesgo de sufrir accidentes.
La temperatura óptima dentro del habitáculo debe situarse entre los 21 y los 24 grados centígrados. Siempre dependerá de las circunstancias de cada persona, pero ese rango es el ideal para realizar desplazamientos durante el verano. En este caso, con el climatizador se puede programar exactamente en ese nivel de temperatura, con el aire acondicionado no es posible. ¿Cuál es la diferencia entre ambos?
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Climatizador o aire acondicionado
Tanto la climatización como el aire acondicionado funcionan bajo la misma premisa: un gas que produce aire frío. Este gas refrigerante se comprime y se descomprime para absorber el calor, liberando el aire y enfriando el habitáculo. Sin embargo, con el tiempo hay pequeñas fugas que lo van desgastando y es necesario recargarlo.
Las diferencias entre el climatizador y el aire acondicionado empiezan en la electrónica. El climatizador está controlado por una unidad con un sensor exterior que mide una serie de parámetros, como la velocidad y la temperatura a la que tiene que funcionar, y actúa sobre los accionadores modificando tanto el funcionamiento como la posición.
Esto permite seleccionar diferentes temperaturas al mismo tiempo en las distintas salidas, como es el caso de los climatizadores bizona, trizona o cuatrizona.
Por su parte, con el aire acondicionado es difícil controlar la temperatura exacta y es posible que, tras un rato, haya más frío en el habitáculo del que sería necesario. En definitiva, el aire acondicionado no facilita seleccionar una temperatura precisa. Sí que permite regular el nivel de frío que entra, combinándose con el aire caliente, además de seleccionar la velocidad a la que trabaja el ventilador.
¿Qué consume más, el climatizador o el aire acondicionado?
Se puede llegar a pensar entonces que el climatizador es un sistema de aire acondicionado con un termostato. Aunque hay mucho más que eso. Si se centra el foco en los consumos de los dos sistemas, el aire acondicionado sale perdiendo.
El compresor del circuito de refrigeración se conecta con el giro del motor mediante una correa, por lo que usa la mecánica del automóvil para generar frío. Eso es lo que influye en el aumento de combustible. El sistema de climatización optimiza el funcionamiento del compresor de forma precisa, mientras que el aire acondicionado no lo hace. Al apagar o encender el sistema manualmente, el compresor se dispara, aumentando el gasto de combustible.
El climatizador, por su parte, evita las conexiones y desconexiones innecesarias y mantiene el compresor encendido siempre al mínimo, evitando los picos de consumo que suponen encender el compresor del aire acondicionado.
La diferencia de consumo está a favor del climatizador, ya que permite ahorrar hasta un 1,5% respecto al mismo vehículo con aire acondicionado manual. En definitiva, tanto el climatizador como el aire acondicionado de un automóvil elevan el consumo de entre el 5% y el 20% (la cifra más alta es la del aire acondicionado). En la práctica, no suele llegar a ser más de un litro y medio de incremento cada 100 kilómetros.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.