Las mascarillas han llegado para quedarse y, aunque se han establecido las normas que establecen cómo y dónde es obligatorio llevarlas, aún surjen dudas sobre su correcta utilización. El vehículo particular es uno de los lugares en los que, dependiendo con quién se viaje, hay o no que ponerse mascarilla.
El uso de este elemento en los coches está regulado por una orden del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que establece que su obligatoriedad por parte de todos los ocupantes, incluido el conductor, cuando las personas no convivan en el mismo domicilio.
Más información
Además, la ocupación del vehículo está limitada a dos plazas por cada fila de asientos, y siempre respetando la máxima distancia posible entre los pasajeros.
En los vehículos compartidos (carsharing) se aplica esta misma normativa con carácter general, quedando a expensas de lo que cada compañía regule acerca del uso de sus flota de coches. En Madrid, una de las zonas más afectadas de España por el coronavirus, las cuatro empresas que operan (Wible, Share Now, Emov y Zity) han acordado la obligatoriedad de llevar mascarilla a todos los ocupantes del vehículo, independientemente de su relación de convivencia.
No utilizar la mascarilla en el coche en estos supuestos puede acarrear una multa de hasta 100 euros al considerarse una infracción leve, según lo previsto en el artículo 57 de la Ley General de Salud Pública.
Respecto la obligatoriedad del uso de la mascarilla en motocicletas y ciclomotores, la orden del Ministerio de Transportes establece que, siempre que estos vehículos estén homologados para dos plazas, ambos ocupantes deben llevar mascarilla, salvo que usen casco integral o residan en el mismo domicilio. Los guantes, además, son obligatorios tanto para el conductor como para el pasajero en motocicletas y ciclomotores de uso compartido, siendo válidos los de protección de motoristas.
Cuándo no deberías llevar mascarilla
No es necesario ponerse mascarilla para conducir si se viaja solo o acompañado con personas convivientes en el mismo domicilio. En estos casos, el vehículo también puede ocuparse en su totalidad y no es necesario mantener ninguna distancia de seguridad entre los pasajeros.
Además, una mascarilla mal colocada puede ser objeto de sanción por parte de los agentes de la autoridad ya que puede interferir en nuestra conducción haciéndola menos segura, por ejemplo, reduciendo la visión o provocando que se empañen las gafas.
Según el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
Utilizar la mascarilla dentro del coche también acorta su vida útil, por lo que su efectividad puede verse disminuida. Recuerda que las mascarillas quirúrgicas e higiénicas pueden usarse un máximo de entre cuatro y ocho horas; las autofiltrantes (FFP1, FFP2 y FFP3) tienen una vida útil de entre ocho y veinte horas; y las mascarillas de tela deben lavarse tras su uso y el filtro ha de reemplazarse.
Así debes ponerte y quitarte la mascarilla
Al subir al coche deberías quitarte la mascarilla, siempre que se cumplan los requisitos para ello. Estos son los pasos a seguir:
- Siéntate procurando no tocar nada y desinféctate las manos con gel hidroalcohólico.
- Quítate la mascarilla sin tocar la parte frontal y –según recomendaciones del Consejo General de Enfermería– guárdala en una bolsa transpirable o en un sobre de papel y siempre en la misma posición; se desaconseja utilizar una bolsa de plástico.
Para volver a colocarte la mascarilla antes de bajar del vehículo:
- Vuelve a desinfectarte las manos con gel hidroalcohólico.
- Coge la mascarilla sin tocar la parte exterior, sitúala a la altura de los orificios nasales y póntela. Recuerda que para que la mascarilla sea eficaz debe tapar la boca y la nariz.
- Baja la parte inferior de la mascarilla hasta que te cubra la barbilla y pellizca la pieza nasal para que quede ajustada a la nariz.
- Vuelve a desinfectarte las manos con gel hidroalcohólico.
Lo que nunca debes hacer con una mascarilla:
- Bajar la mascarilla a la barbilla: haciéndolo estarás desplazando los gérmenes por la cara.
- Tocarte la mascarilla y reajustarla continuamente: la parte frontal está expuesta a los virus y puede estar contaminada, con lo que tus manos terminarán igual.
- Dejarla sobre el asiento o colgarla del espejo retrovisor: lo único que conseguirás es exponerla a todo tipo de virus y bacterias.
¿Deberías usar guantes?
La utilización de guantes en coches particulares que no se compartan no tiene mucho sentido (si utilizas un coche compartido tendrás que hacer lo que establezcan estas compañías). Una buena higiene de manos con gel hidroalcohólico al subir al vehículo –y al salir, tras colocarnos la mascarilla– es más que suficiente. Lo mejor es dejar una botellita dentro para utilizarla cuando sea necesario.
Recuerda que los guantes no sustituyen la higiene de manos y que tocarte la cara o la mascarilla con ellos puestos es peligroso. Al quitártelos, tíralos en una papelera –nunca los dejes en el coche o los arrojes al suelo– y desinféctate las manos con gel hidroalcóholico.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram