El aceite del coche es uno de los líquidos a los que más atención hay que prestar para evitar averías graves que dañen no solo el vehículo, sino también el bolsillo. Tanto el estado del aceite como que no haya fugas en el circuito es determinante para mantener la salud del coche.
Los fabricantes, por norma general, recomiendan cambiar el aceite del coche entre los 15.000 y los 30.000 kilómetros en los modelos más nuevos. Estos límites bajan hasta los 10.000 kilómetros cuando el coche supera los 15 años de antigüedad. Si no se llega al kilometraje indicado, lo aconsejable es sustituir el aceite y revisarlo cada dos años como máximo, uno si el coche es más antiguo.
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Uno de los fallos que pasan desapercibidos y que pueden acabar provocando averías de más de mil euros son las fugas de aceite. Si el conductor no se da cuenta de que el coche pierde aceite, el motor podría acabar sufriendo las consecuencias. Revisar los niveles de aceite del coche de manera periódica, como antes o después de salir de viaje, es una manera de detectar fugas de aceite antes de acaben suponiendo un problema más grave.
Detectar una fuga de aceite
Eso sí, una pista de que algo no va como debe es encontrarse, al ir a recoger el vehículo, una mancha oscura o un charco de líquido debajo del mismo. Lo primero que hay que hacer es comprobar que efectivamente se trata de una de fuga de aceite. Se deberá comprobar la consistencia y el color del líquido para identificar que se trate de este lubricante y no, por ejemplo, de agua procedente del aire acondicionado por condensación.
Cuando se está seguro de que es aceite y se ha detectado la fuga, toca abrir el capó del coche y comprobar el nivel de este líquido. Cabe recordar que el procedimiento debe hacerse en frío y que si el nivel del depósito del aceite es muy bajo se deberá llamar a la grúa para llevar el vehículo al taller. Conducir con el aceite por debajo del límite es muy peligroso, ya que puede dañar gravemente el motor.
Causas de una fuga de aceite
Cuando se ha comprobado que, efectivamente, el coche pierde aceite, hay que saber de dónde viene esta fuga. Los principales motivos que pueden causar una fuga de aceite son:
- Que haya un problema en la junta de culata, lo que podría costar bastante dinero.
- Que haya algún problema con el cárter, como por ejemplo con el tornillo o la arandela.
- Que el turbo esté llegando al final de su vida útil o aqueje el desgaste.
Por último, no siempre se tiene en cuenta que, tras una revisión en el taller, el coche puede perder aceite porque se le ha dado un golpe a la junta de la culata o se ha rellenado el depósito más de lo debido, entre otros ejemplos. Si al salir del taller se detecta que el coche tiene una fuga de aceite, habrá que volver al establecimiento para revisar que no haya sucedido nada que provoque la pérdida.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.