El inesperado riesgo de estornudar mientras se conduce: estas son las consecuencias más graves

El estornudo es un acto involuntario cuyo fin es liberar el cuerpo de cualquier organismo extraño. Suele venir provocado por distintas causas: alergias, resfriados, un cambio repentino de temperatura, aspirar algún olor fuerte o irritante o desprendimiento nasal. Además, son un acto reflejo natural del cuerpo que permite expulsar aire de golpe por la nariz y la boca. 

Esto sucede cuando las vías respiratorias superiores se irritan y estimulan las terminaciones nerviosas en la nariz. Entre los causantes más probables de los estornudos, como se ha visto, se encuentran los alérgenos y entre ellos, el que afecta a un mayor número de la población, es el polen. 

El registro de niveles de polen elevados es una situación poco frecuente en esta época del año. Sin embargo, durante las últimas semanas, dadas las inusuales altas temperaturas y a la ausencia de lluvias, varias ciudades españolas han visto incrementados sus niveles. Aunque la primavera estacional no ha comenzado, sus síntomas se han adelantado más de un mes.

Población alérgica

En España, unos ocho millones de personas, están diagnosticados como alérgicos. 
Las personas alérgicas pueden sufrir síntomas respiratorios en respuesta a la exposición a alérgenos específicos. Los síntomas varían en intensidad y afectan a diferentes partes del sistema respiratorio. Aunque no solo los alérgicos pueden presentar síntomas respiratorios, cualquier persona que esté pasando un resfriado puede presentar un cuadro parecido.

Peligro al volante

Según recientes estudios, un estornudo a 80 kilómetros por hora puede ocasionar una pérdida de visión durante 45 metros. Por eso, estornudar mientras se conduce, ya sea un coche, una moto o cualquier otro vehículo, es peligroso por varias razones.

En primer lugar, al ser una acción súbita e involuntaria, crea una distracción en el conductor. Bien es sabido que las distracciones son una de las causas principales de accidentes de tráfico. Además, durante el estornudo se cierran los ojos momentáneamente. En el transcurso de esos breves segundos, el conductor pierde información crucial sobre la situación del tráfico y el entorno.

Otro de los peligros está asociado a la pérdida de control del vehículo. Cuando una persona estornuda muy fuerte, es capaz, del sobresalto, de perder temporalmente el control del vehículo, siendo especialmente arriesgado en situaciones de tráfico intenso o condiciones climáticas adversas. Finalmente, la imprevisibilidad del estornudo puede provocar que el conductor reaccione de manera brusca, lo que conduciría a situaciones de peligro.

Combatir el estornudo

Es importante que los conductores tomen medidas para reducir la posibilidad de estornudar mientras conducen. Entre ellas, mantener las ventanas cerradas para evitar la entrada de alérgenos, llevar gafas de sol para proteger los ojos de la luz brillante, y mantener el interior del vehículo limpio para reducir la presencia de irritantes.

Además, la empresa Mann+Hummel, líder mundial en desarrollo de sistemas de
filtración, insiste en la importancia de sustituir los filtros del habitáculo cada 15.000 kilómetros o una vez al año. De la misma manera, cuando el conductor perciba una menor entrada de aire, olor extraño al encender o apagar el sistema de climatización, si el habitáculo enfría adecuadamente al encender el aire acondicionado o cuando se acumula de forma rápida polvo o suciedad en el salpicadero.