Titulares como ‘Confirmado por la DGT: el spray que debes llevar en el maletero del coche para evitar una multa de 200 euros’ o ‘La Guardia Civil ya vigila los maleteros en busca de este spray obligatorio’ están alimentando el algoritmo de Google y las dudas de los conductores en los últimos días, y el caso se repite en bucle como ha ocurrido anteriormente, por ejemplo, con la supuesta prohibición de circular solo en el coche.
No es cierto. Ni la Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado que sea obligatorio llevar un espray en el coche ni los agentes rebuscan entre los bultos del portaequipajes, porque ninguna normativa indica que un aerosol forme parte del equipamiento obligatorio del vehículo.
Detrás de estos titulares solo hay un retorcimiento intencionado de la reglamentación: puro zumo envasado del Anexo II del Reglamento General de Vehículos, que trata sobre los accesorios, repuestos y herramientas de los vehículos. En ese epígrafe está el párrafo a partir del cual, destilando con cuidado las palabras, toma cuerpo la idea de spray obligatorio, sin la e que aporta el diccionario de la Real Academia Española.
El reglamento de vehículos exige como dotación obligatoria “una rueda completa de repuesto o una rueda de uso temporal, con las herramientas necesarias para el cambio de ruedas” o (y aquí se esconde entre líneas el espray) “un sistema alternativo al cambio de las mismas que ofrezca suficientes garantías para la movilidad del vehículo”. Incumplir este requisito acarrea una multa de 80 euros por infracción leve de la ley de tráfico.
Cómo funciona un kit antipinchazos
Lo que propone la norma como sistema alternativo a la rueda de repuesto se vende por unos 10 euros: el mercado ofrece múltiples opciones de kits reparapinchazos que incluyen un aerosol (¡el spray!) y un pequeño compresor para inflar el neumático. Con esto en sus manos, el conductor introduce por el pinchazo una espuma de poliuretano que se expande dentro del neumático.
Luego el producto se solidifica e impide que salga el aire, siempre que el orificio no supere los tres milímetros, y tras rodar suavemente unos metros para que el neumático tome forma, la rueda ya está lista. Así lo explica el Real Automóvil Club de España (RACE), que añade un aviso de seguridad: se trata de una solución temporal. Los expertos recomiendan no superar los 80 km/h con un neumático en estas condiciones y recorrer un máximo de 200 kilómetros antes de reparar la rueda en un centro especializado o sustituirla por otra.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).
