El freno de mano, también conocido como freno de estacionamiento, es una herramienta esencial en cualquier vehículo. Sin embargo, su uso adecuado puede ser un tema de confusión para muchos conductores.
Conocer cuándo usarlo y cuándo no puede prevenir accidentes y prolongar la vida útil del sistema de frenos.
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Cuándo usar el freno de mano
El freno de mano, tanto mecánico como eléctrico, es conveniente ponerlo en estas situaciones:
- Estacionamiento en pendientes: Una de las situaciones más comunes para usar el freno de mano es al estacionar en una pendiente. Esto ayuda a evitar que el vehículo se desplace hacia adelante o hacia atrás. Eso sí, hay que activarlo en combinación con la inserción de una velocidad en vehículos manuales, ya sea primera si la pendiente es positiva o marcha atrás si la pendiente es cuesta abajo.
- Durante el mantenimiento del vehículo: Cuando se realizan tareas de mantenimiento que requieren que el vehículo esté inmóvil, como cambiar una llanta, el freno de mano es indispensable. Esto previene cualquier movimiento inesperado que podría causar accidentes, al caerse del gato en el que esté elevado, por ejemplo.
- En situaciones de emergencia: Si los frenos principales fallan, el freno de mano puede ser utilizado como un método de emergencia para detener el vehículo. Sin embargo, debe usarse con precaución para evitar bloquear las ruedas y perder el control del vehículo.
Cuándo no se debe usar el freno de mano
- Estacionamiento en superficies planas: Aunque no es tan crucial como en pendientes, usar el freno de mano en superficies planas no es una buena práctica, ya que se desgasta el sistema sin necesidad. Se debe inmovilizar el vehículo insertando una marcha si el coche es manual y en la posición P si el coche es automático.
- En condiciones de congelación: En climas muy fríos, el freno de mano puede congelarse si se deja activado durante largos periodos. Esto puede dificultar su liberación y, en algunos casos, dañar el sistema de frenos. En estas condiciones, es mejor usar la transmisión y alguna marcha insertada para mantener el vehículo en su lugar.
- En paradas cortas: Si solo se detiene el vehículo por un momento, como en un semáforo, no es necesario usar el freno de mano. En estos casos, con mantener el pie en el freno principal es suficiente.
- Con frenos automáticos: Algunos vehículos modernos están equipados con frenos de estacionamiento automáticos que se activan y desactivan según sea necesario. En estos vehículos, el uso manual del freno de mano puede no ser necesario y, en algunos casos, puede interferir con el sistema automático.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.