La Dirección General de Tráfico (DGT) ha estrenado una señal para reforzar la seguridad de los usuarios más vulnerables en carretera: la S-891. Este panel complementario tiene como objetivo recordar de forma explícita la obligación de mantener una distancia lateral mínima de 1,5 metros al adelantar a bicicletas y ciclomotores.
La iniciativa responde a una preocupación creciente por el elevado número de siniestros que involucran a ciclistas en vías interurbanas. Según datos de la propia DGT, estos usuarios representan una proporción significativa de víctimas en accidentes de tráfico cada año. La maniobra de adelantamiento, especialmente en carreteras secundarias con calzadas estrechas o tráfico denso, se ha identificado como uno de los momentos de mayor riesgo.
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La señal S-891 actúa como recordatorio visual de una obligación ya recogida en el Reglamento General de Circulación. Su diseño está pensado para integrarse bajo señales verticales ya existentes, evitando duplicidades y facilitando su comprensión por parte de los conductores. La intención es que su presencia en puntos críticos —como tramos con alta afluencia de ciclistas o condiciones de visibilidad reducida— sirva como advertencia directa y eficaz.
Con la entrada en vigor de la última reforma de la ley de tráfico, cambió la manera de adelantar a los ciclistas. Se debe guardar esa distancia de 1,5 metros “salvo cuando la calzada cuente con más de un carril por sentido, en cuyo caso será obligatorio el cambio completo de carril”, dice el texto.
La DGT ha subrayado que esta medida busca reforzar la convivencia entre vehículos motorizados y usuarios sin carrocería protectora. En palabras de un portavoz del organismo, “respetar la distancia lateral salva vidas, y esta señal es un recordatorio permanente de esa responsabilidad”.
El despliegue de la S-891 se enmarca en una estrategia más amplia de actualización del catálogo de señales de tráfico, que no se renovaba desde hace más de dos décadas. Esta modernización incluye también pictogramas más accesibles y mensajes adaptados a nuevas formas de movilidad.
Las sanciones por no respetar la distancia mínima pueden alcanzar los 200 euros y la pérdida de seis puntos del carné, según la normativa vigente.
Con esta medida, la DGT refuerza su compromiso con la seguridad vial y la protección de los colectivos más expuestos, apostando por una señalización clara, visible y pedagógica que contribuya a reducir la siniestralidad en las carreteras españolas.
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