Aunque forman parte integral del mapa de carreteras de toda España, las rotondas siguen siendo una asignatura pendiente para un gran número de conductores, como demuestran los datos. Desde la DGT y la Guardia Civil a menudo se recuerda cómo hay que actuar en ellas, pero eso no ha evitado que en los últimos años hayan seguido aumentando los accidentes en las intersecciones circulares o que incluso la propia Dirección General de Tráfico responda con un “quien llega primero y la cortesía, son las normas a utilizar” ante una duda tan generalizada como qué hay que hacer cuando una vía de tres carriles desemboca en una rotonda con solo dos.
Por eso la revista de la DGT ha querido recordar algunas situaciones comprometidas que suelen tener lugar y cómo hay que actuar en cada caso:
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Ciclistas en grupo
Cuando un grupo de ciclistas entra en una rotonda, se considera que todo el grupo es como un único vehículo, así que tienen prioridad desde el primero hasta el último, aunque se aproximen vehículos por el interior de la glorieta después de la entrada del primero.
Entrar a la rotonda por el carril interior
Es una maniobra que solo se permite cuando el carril derecho, tanto de la vía de aproximación como de la rotonda, está congestionado.
Salir desde el carril interior
Está prohibido en general, porque los carriles interiores solo son para circular, pero existe una excepción: únicamente cuando haya una señal que lo permita y el carril derecho esté ocupado.
Señal interior
Cuando existe una señal interior en la rotonda, ya sea una vertical o un semáforo, prevalece a las normas habituales de utilización de las glorietas. De manera que si hay un ceda el paso o un semáforo en rojo, son los vehículos que llegan desde fuera los que tienen la prioridad.
Visibilidad nula
Si se da la situación en la que el vehículo se aproxima por el carril derecho de la vía y en el o los izquierdos hay otros que impiden la visibilidad de la rotonda, hay que detenerse si es necesario y no entrar hasta que se esté seguro de que está despejada.
Vehículos de grandes dimensiones
Una vez que un camión o autobús ha entrado en la rotonda, si por el motivo que sea (como falta de espacio) necesita maniobrar para salir de esta, el resto de vehículos deben respetarlo.
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