La tradicional pieza del coche que todos los conductores han usado y que, ahora, está desapareciendo

Muchas marcas de coches han decidido sustituirla por un sistema más tecnológico que proporciona la misma información.

varilla
Una conductora comprobando el nivel de aceite de su coche. | Getty

Muchos conductores pueden llevarse una sorpresa cuando abran el capó para revisar el nivel de uno de los líquidos más importantes de su coche: sobre todo si es nuevo. Son varios los fabricantes que han decidido prescindir de una tradicional pieza por varios motivos.

Entre las labores de mantenimiento que cualquier conductor puede llevar a cabo está la revisión del nivel de aceite: es algo tan sencillo como extraer la varilla metálica y comprobar que está entre las dos marcas. Un gesto que está a punto de desaparecer.

Cada vez son más las marcas que han sustituido la varilla por un sistema de medición que utiliza un sensor montado verticalmente en el cárter de aceite. Este dispositivo transmite los datos a la centralita para que los muestre en el cuadro de instrumentos o en la pantalla central.

Los fabricantes creen que el conductor actual ya no prioriza la comprobación manual del nivel de aceite porque disponen de esa información cada vez que arrancan el coche. Además, la medición digital da la oportunidad de controlar el estado de este líquido y recibir las alertas oportunas si está fuera de los límites normales.

En un momento en el que se intenta mantener los costes bajo control, llama la atención que sustituyan algo tan sencillo como una varilla de metal por un sistema electrónico que contiene un sensor, cableado, líneas de código… Lo hace porque lo que costaba unos cuantos céntimos es, ahora, mucho más caro.

cambiar aceite

Los motivos

Son varios los motivos que explican esta decisión. El primero de ellos es la precisión: la medición digital no depende de la experiencia de una persona y elimina el riesgo del error humano si, por ejemplo, el conductor hace una interpretación errónea o si lo comprueba sobre una superficie que no es del todo plana.

El segundo es la seguridad. Según explica Consumer Reports a Automotive News Europe, las marcas “no quieren que los conductores estén bajo el capó del coche. Muchos de ellos son híbridos y tienen alto voltaje”.

Tapón del aceite con símbolo

Por otro lado, “existe la posibilidad de que el conductor compruebe el nivel con la varilla, esté un poco bajo y quiera rellenarlo: podría pasarse y eso no es bueno. Además, muchos modelos requieren un aceite muy específico y las marcas no quieren que se eche el que tengan a mano”.

Hay otro motivo menos relevante. La varilla de metal no ha cambiado demasiado en un siglo: “Es arcaica y está fuera de contexto en los coches modernos que están cargados de tecnología y sistemas que muestran toda la información sobre el vehículo con tocar un botón o con un icono en la pantalla. El cliente tiene que abrir el capó y puede ensuciarse las manos. No es la forma moderna de hacer las cosas”.

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