Los semáforos son una de tantas señales que regulan el tráfico. En los pasos de cebra, conceden la prioridad a vehículos o peatones según el color de sus luces. Verde para pasar, rojo para parar. No respetar estas señales luminosas está sancionado con 200 euros de multa.
Hay un tercer color que forma parte del código de los semáforos, tanto en España como en otros países europeos. Se trata del ámbar o amarillo, un tono que avisa de la transición entre el verde y el rojo, es decir, entre poder pasar y tener que parar.
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Sin embargo, algunos semáforos españoles incoporan una cuarta luz, también ámbar, que pone en peligro a los peatones. Se trata de la luz ámbar intermitente que se dirige a los conductores de vehículos en ciertos cruces e intersecciones.
Cuando el semáforo pasa de verde a rojo para los conductores, hay un momento de transición al ámbar que dura unos pocos segundos. Esta señal indica a los conductores que deben empezar a frenar. Sin embargo, algunas localidades han optado por añadir la luz ámbar intermitente con el objetivo de avisar de la posible presencia de peatones cruzando. En caso de no haberlos, los vehículos podrían circular sin problemas.
Volver a la luz ámbar tradicional
La fundación Safer Roads, tras un estudio, ha determinado que esta cuarta luz es más peligrosa que efectiva. Y es que al ver la luz ámbar, los coches interpretan que aún pueden circular, pensando que el semáforo seguirá en rojo para los peatones. Al mismo tiempo, los peatones ven que su semáforo tiene la luz verde, por lo que proceden a cruzar de manera instintiva, sin mirar el tráfico.
La recomendación de esta fundación es reprogramar los semáforos para que vuelvan a usar la secuencia convencional rojo/ámbar/verde. La simultaneidad de luces ámbar intermitentes que permiten el paso de los conductores si no hay peatones y la luz verde para el viandante puede ocasionar graves accidentes y atropellos, sobre todo intersecciones como rotondas.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.