Desde el pasado 1 de julio, la señalización de los incidentes en carretera se puede realizar mediante los tradicionales triángulos reflectantes o las nuevas luces de emergencia V-16. Así se establece en el decreto de auxilio en carretera aprobado el año pasado, una circunstancia que ha aumentado la demanda de este tipo de dispositivos luminosos para sustituir a los triángulos. Por tanto, ¿cuál utilizar ahora?
¿Cuándo es obligatorio usar la luz de emergencia?
Por el momento su uso no es obligatorio, pues los triángulos se podrán seguir usando hasta el 31 de diciembre de 2025. Pero son muchos los automovilistas que se han sentido atraídos por las ventajas indiscutibles de esta nueva señalización.
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Sin embargo, no todas las balizas luminosas son iguales ni están autorizadas. Es así porque deben cumplir con una serie de características y normas técnicas para su homologación por la Administración, verificadas por laboratorios oficiales acreditados.
En los ensayos se garantiza la seguridad del propio aparato y su efectividad técnica, comprobando que su diseño y funcionamiento cumplen las condiciones para las que ha sido concebido.
Por este motivo, en el momento de adquirir una luz de emergencia es importante comprobar que satisfaga tales requisitos, huyendo de dispositivos sin homologación y, por lo general, de baja calidad aunque su precio sea también inferior.
Es obligatorio que presenten en un lugar visible para el usuario, además de estar debidamente documentado, su código de homologación. Una numeración legible y grabada en el producto para evitar su deterioro o manipulación.
Luz de emergencia homologada por la DGT
En España, la homologación se identifica por medio de dos códigos numéricos o alfanuméricos, precedido de las iniciales de los laboratorios que han realizado los ensayos. En concreto son los siguientes:
– LCOE XXXXXXXXXXG1, donde las X corresponden a la fecha de su homologación, seguidas de un número de serie, que emite el Laboratorio Central Oficial de Electrotécnica.
– IDIADA PC XXXXXXXX, donde las X son las mismas cifras que en el caso anterior, que emite el Laboratorio Oficial Acreditado Applus IDIADA.
Los riesgos de productos sin homologar
El trámite administrativo de la homologación es necesario para garantizar que el conductor disponga de un dispositivo adaptado a las necesidades de su uso. En caso contrario, podría carecer de la potencia lumínica necesaria o la irradiación, color o frecuencia exigibles por seguridad.
Otro aspecto que se comprueba es que el dispositivo se fija con estabilidad a una superficie plana y que soporta una resistencia determinada, evitando así que se caiga al suelo con los problemas que puede acarrear tal circunstancia. Y también es importante garantizar su estanqueidad, tanto frente a las partículas solidas como al agua, con un índice de protección IP54.
Por último, la luz de emergencia tiene que presentar la resistencia suficiente para evitar su deterioro por impactos durante su almacenamiento, así como a la humedad o las temperaturas extremas.
Con todo, resulta evidente la conveniencia de adquirir un dispositivo que ofrezca las garantías necesarias para que se encuentro operativo en el momento que se requiera de su utilización.
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