Modificar los automóviles para mejorar el confort, la manejabilidad o incluso aumentar las prestaciones es una acción que se lleva efectuando desde que se democratizó la automoción. Un vehículo no deja de ser la extensión de su dueño y favorecer su uso en el día a día tiene sus ventajas.
El problema llega cuando las mejoras pueden afectar a los ocupantes en caso de accidente. Bien es cierto que en España, muchas modificaciones incluso estéticas, deben ser aprobadas por la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) para que, precisamente, no afecten a la seguridad.
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Decoración del volante
La última tendencia, que se ha hecho viral en las redes sociales, consiste en agregar insignias decorativas en los volantes de los coches. Piezas de bisutería que imitan piedras preciosas y que rellenan los logotipos de los fabricantes en el volante. Unas pequeñas gemas que se pegan alrededor y por dentro de los logotipos.
Más allá de la discutible mejora estética no aportan nada sustancial, ni al confort, ni a la conducción. El problema se ha detectado cuando, en caso de accidente, estos elementos de pedrería salen disparados por el habitáculo cuando el vehículo choca y tras activarse el airbag.
Alerta de los reguladores
Hace unos días en Estados Unidos, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) emitió un aviso en su página web tras sufrir un conductor una lesión ocular grave por culpa de estas piedras que decoraban la insignia de su volante.
Las pequeñas piedras salieron volando tras detonarse el airbag, golpeando alguna de ellas en la cara y los ojos del conductor. Generalmente, tras un choque, la pirotecnia del airbag del volante dispara la bolsa hacia la cara del conductor para evitar que el rostro sufra contusiones.
Según los fabricantes, el airbag se dispara a una velocidad superior a los 250 km/h. Se calcula que la bolsa de un airbag de volante se infla en 30 milésimas de segundo después del impacto del coche. Así, 30 milésimas después, la cabeza del conductor impacta en el airbag.
No alterar los volantes
En el comunicado de su página web, la NHTSA, hacía hincapié en eliminar estos objetos decorativos de los volantes. El texto lo justifica con contundencia: “A diferencia del logotipo fijado permanentemente en el volante de los vehículos, estas calcomanías pueden desprenderse fácilmente cuando se despliega el airbag”.
“Cualquier alteración o cambio en el airbag o en su cubierta también puede hacer que no funcione correctamente. La NHTSA está pidiendo a los consumidores que eviten comprar estas calcomanías para el volante. Los consumidores también deben quitar estas inserciones que ya hayan aplicado a sus volantes”, prosigue.
Piedras decorativas
Este tipo de piedras de bisutería para decorar los volantes se pueden adquirir en tiendas de comercio electrónico como Amazon. Su popularidad se ha disparado en el último año, haciendo que se puedan adquirir fácilmente por unos 10 euros. Una forma muy barata de dar un lavado de cara al interior del coche. Por el momento las autoridades estadounidenses no van a multar por este hecho.
En España, la DGT lleva tiempo alertando sobre la peligrosidad de que ciertos objetos decorativos bloqueen la vista del conductor. Así, por ejemplo, colgar enseres del espejo retrovisor, tales como ambientadores, llaveros, cintas, o muñequitos, acarrea una multa de 200 euros al incumplir el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación.
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