Llega el buen tiempo y, con él, son muchos los conductores que circulan con las ventanillas abiertas. Esta práctica, a priori irrelevante, salvo por romper la aerodinámica del coche y aumentar el consumo, en realidad abre la posibilidad de que arañas u otros insectos en el interior del coche.
Aunque algunos son inocuos, otros pueden provocar situaciones peligrosas que acaben en un accidente, ya sea por su propia acción, pues pican o muerden al conductor, o porque este o uno de los pasajeros se ponga nervioso en exceso y todo se salga de control. Estas son algunas recomendaciones para evitarlo:
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Una revisión antes de arrancar
Quizá el insecto de turno se haya metido en el coche mientras estaba parado, al abrir las ventanillas para ventilar o incluso al abrir la puerta para entrar.
Conviene echar un ojo antes de arrancar, pues, aunque algunos insectos son difíciles de detectar, los que vuelan llamarán la atención. Si hay uno, lo mejor es sacarlo del coche y comienzar el trayecto con tranquilidad.
Si hay problemas lo mejor es parar
Cuando se va al volante, que aparezca un insecto en el campo de visión o que una araña (por pequeña que sea) se pose en el brazo va a suponer inevitablemente un sobresalto. Mantener la calma en dicha situación no siempre resulta fácil; por eso, una vez pasado el susto inicial, lo ideal es detener el coche siempre que sea posible.
Estar parado hará que disminuya el riesgo de provocar un accidente o de involucrar a otros usuarios de la vía. Sin necesidad de conducir, será más sencillo librarse del intruso.
Abrir las ventanillas
Si detenerse no es una opción (circulando por una autopista, por ejemplo), el mayor aliado son las ventanillas. Hay que abrirlas por dos razones. La primera es que se generará una corriente de aire que se llevará directamente al insecto volador. La segunda es que, si no ocurre lo primero, puede que antes o después termine saliendo del habitáculo.
Usar el aire acondicionado
No es un método que valga por sí solo, pero sí que contribuirá a que el insecto abandone el coche por sí mismo. Lo mejor es poner el aire acondicionado a la temperatura más baja posible y al máximo de ventilación, para que el animal no se encuentre en condiciones óptimas y se vaya por las ventanillas, ya sea en parado o mientras el coche circula.
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