Una calle de Kensington, Maryland, se ha convertido en el centro de atención y ha aparecido en los noticieros y diarios de Estados Unidos y del mundo. Un barrio residencial que de no ser por que conecta dos vías, sería tranquilo y silencioso.
Pero es que al ser utilizado como desvío, se ha transformado en un caos. Algunos habitantes señalan que sus coches se han visto afectados, perdiendo hasta espejos al ser golpeados por lo automóviles que transitan por ahí. Es más, un vecino del sector recibió un golpe en el muro de su casa.
Un radar-librería
Y por eso mismo, ante los atascos y los excesos de velocidad, un residente tomó una peculiar decisión para evitar más malos ratos, pues no hay ninguna señalización que limite la velocidad.
“La gente de este vecindario dice que se ha quejado al condado de Montgomery durante años por el exceso de velocidad. Y aunque hay un plan para rehacerlo con badenes y carriles para bicicletas, aún faltan años para eso”, señala la cadena de televisión estadounidense WUSA9.
Es por esto que un residente de la zona decidió instalar un armazón que pareciera un radar. Se trata de una estructura gris de madera similar a otras cámaras de velocidad ubicadas en la zona.
Y lo más interesante, además de su aspecto, es el contenido de su interior. Por dentro, este falso radar es una verdadera biblioteca. Y no se tratan de relatos con temáticas generales o al azar. Todos lo textos hacen referencia a educación vial.
Tal como muestran las fotos, algunos títulos que se divisan:
- How to Drive Safely (‘Cómo conducir seguro’)
- Guide to things to not crash into car (‘Guía para no chocar en el coche’)
- Road kill cook book (‘El libro de cocina para atropellados’).
Y si ya el trabajo fue elaborado, el autor también pegó un letrero que lo hacía aún más creíble. El texto señalaba: “Fotografía de las leyes de tráfico aplicadas”.
¿De quién ha sido la idea?
Los habitantes de la zona dicen no saber quién ha sido el autor de esta obra, pero de todas formas, las autoridades han señalado que no se puede mantener tal librería y ya ha sido quitada del lugar junto con el cartel.
“No tengo idea de quién lo puso allí, pero pensé que era gracioso”, dijo Matthew Fairbank, uno de los vecinos, a WUSA9. Construido para parecerse a una cámara de velocidad real (…) pareció funcionar. De hecho, observé a las personas reducir la velocidad por primera vez desde los tres años que he estado aquí”.
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