El Start-Stop es un sistema que desconecta el motor cuando el vehículo se detiene, al pisar el freno y desembragar la marcha, y vuelve a arrancarlo cuando se pisa el pedal del embrague y se mete la primera.
Los coches diésel y gasolina modernos tienen la obligación de equipar el sistema Start-Stop para reducir el consumo de combustible y, por lo tanto, reducir sus emisiones. Aunque generó cierta controversia, presenta varias ventajas innegables.
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El medio francés Auto Plus ha realizado unas pruebas con un laboratorio independiente que certifican uno de los beneficios del Start-Stop. Los resultados han confirmado que la reducción del consumo de combustible en ciudad gracias a este sistema es de hasta 1,2 litros por cada 100 kilómetros.
Aunque ya solo por la reducción del consumo de combustible del coche no se debería desconectar el sistema Start-Stop del coche, hay otras ventajas. Por ejemplo, es un sistema beneficioso para las transmisiones manuales ya que ayuda a cuidar el mecanismo del embrague.
Desventajas del Start-Stop
De todas, es cierto que como desventajas la que más destaca es la necesidad de una posible sustitución del motor de arranque a partir de los 100.000 kilómetros acumulados si se utiliza con frecuencia. Igualmente, puede haber problemas de coordinación entre el sistema de arranque y la caja de cambios de algunos modelos, sobre todo en situaciones como los atascos.
También se puede notar un mayor desgaste de los sistemas como el motor de arranque y el alternador, aunque son piezas que han intentado reforzarse con la llegada del Start-Stop, por lo que los coches más modernos no presentan tantos problemas como los primeros que lo introdujeron.
Para encontrar un equilibrio entre el ahorro de combustible de este sistema y el posible desgaste de las piezas, el Start-Stop puede desconectarse en situaciones muy puntuales y volver a activarse cuando se necesite. De hecho, los expertos aconsejan desconectarlo solo en ese tipo de situaciones, como después de un viaje largo para que el coche no se apague automáticamente.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.