Todos los coches se entregan con su correspondiente libro de instrucciones, también conocido como manual del fabricante. En él se recopilan las revisiones y sustituciones recomendadas, el tamaño adecuado de los neumáticos y más consejos para cuidar correctamente del coche.
En este documento se puede encontrar la información referente a cada uno de los componentes y funciones del vehículo. Desde el último botón del salpicadero hasta cómo cambiar o sustituir una pieza. Sin embargo, la meticulosidad de algunos fabricantes va más allá de una mera explicación mecánica y práctica.
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En casi todos los manuales se avisa también de gestos y actuaciones desaconsejadas que perjudican tanto a la seguridad al volante como al buen estado del vehículo. No obstante, en algún manual del fabricante se pueden leer algunas recomendaciones curiosas.
Por ejemplo, en el del Fiat Argo, que se comercializa en Latinoamérica, hay una recomendación sobre el uso del cinturón: solo lo debe utilizar una única persona. En el capítulo relativo a este sistema de seguridad, se especifica claramente cómo abrocharlo y regularlo, además de desaconsejar a los pasajeros que compartan el mismo cinturón.
Cuidado con los elevalunas
Otro coche con una curiosa recomendación en su manual es el Hyundai HB20, similar al i20, fabricado para Brasil. En este libreto se especifica claramente que no se pueden activar los cuatro elevalunas eléctricos al mismo tiempo, ya que este gesto puede estropear el mecanismo.
Es cierto que no se suelen subir las cuatro ventanillas al mismo tiempo, pero hacerlo con dos de ellas sí que es común. Es más, en el maual se especifica que no se deben activar desde el mando del conductor “dos o más” elevalunas.
En este mismo manual se indica, además, que no se deben accionar los interruptores de los elevalunas a la vez. Es decir, que el conductor desde su mando baje la ventanilla trasera al mismo tiempo que ese pasajero también intenta bajarla. El resultado será una luna bloqueada, sin posibilidad de abrirla ni cerrarla.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.