Las marcas chinas están llegando con fuerza a Europa. Uno de los principales estigmas a los que se enfrentan es el tópico del “coche chino barato”, asociado a una mala calidad. A veces, también a la falta de seguridad.
Sin embargo, muchos fabricantes llegan desde China con productos que rebaten ese mismo tópico. De hecho, ya no todos los coches chinos son ‘baratos’, aunque sí es cierto que su nivel de tecnología, en relación con su precio, es conveniente.
A la hora de contestar a la duda sobre si efectivamente son seguros o no, es tan fácil como visitar los resultados que estos coches chinos obtienen en los test de seguridad de EuroNCAP.
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Por ejemplo, el BYD Dolphin, uno de los últimos modelos presentados por la marca y el más barato de su catálogo, a partir de 35.690 euros, disfruta desde el año pasado de las cinco estrellas de la prueba europea. El Omoda 5 de Chery consiguió en 2022 la misma puntuación y el Zeekr 001 también ha obtenido el pleno en este mismo 2024.
No se puede obviar que, por mucho que estén fabricados en China por fabricantes chinos, y aunque sean baratos, estos coches tienen que pasar una homologación europea y cumplir con todos los requisitos de seguridad para poder ser matriculados en estos países. Por ejemplo, están equipados con los correspondientes ADAS que también usan los coches de fabricación europea. De lo contrario, no podrían comercializarse.
¿Y la calidad?
Se puede afirmar que, en cuanto a estándares de seguridad, los coches chinos, baratos o no, son seguros. Otro discurso es que utilicen materiales de mejor o peor calidad para los acabados. Al final, a la hora de recortar costes, este es uno de los aspectos donde más se puede incidir.
No obstante, los coches chinos no son los únicos que utilizan plásticos duros en sus interiores. Este tipo de material se puede ver en los modelos europeos que intentan ser más asequibles. Por otro lado, también hay modelos que vienen desde China y presentan una gran calidad en sus acabados. Eso sí, dejando de ser tan económicos.
Por último, un aspecto que sí puede afectar a la calidad de los coches chinos, como se ha ido viendo a lo largo de este último año y el anterior, es que muchas de estas marcas carecen de un buen servicio de postventa. Al final, el coste de la disponibilidad de piezas y de atención tras la compra se acaba pagando en el precio del vehículo y, cuando no las hay, el coche es más barato.
Pero sí, hay que tener en cuenta que este ‘ahorro’ puede acabar saliendo muy caro, sobre todo si el conductor tiene que estar meses sin su coche por un problema con elservicio de postventa.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.