El interés creciente por el sector de las autocaravanas y vehículos camperizados se aprecia en las cifras del alquiler. Más del 90% de los vehículos (unos 5.000 en total) están ya reservados para estos días, y la patronal de distribuidores y fabricantes Aseicar calcula que otros 160.000 vehículos privados saldrán a la carretera.
Con una media de tres ocupantes por autocaravana, habrá más de 500.000 personas disfrutando del turismo itinerante en España. Y eso a pesar del aumento del precio en los combustibles. Por esa razón, según Aseicar, una buena parte de los autocaravanistas han preferido realizar viajes más cercanos y de menos días. Todos ellos, antes de ponerse en marcha, deben tener en cuenta varios aspectos.
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Planificación del viaje
Antes de salir, hay que planificar con detenimiento el viaje, sobre todo si no se cuenta con experiencia. Para empezar, con una autocaravana se circula más despacio que en coche. Y aunque este tipo de turismo permite improvisar más, conviene conocer las áreas de pernocta o los cámpines de la ruta. También los espacios habilitados para el vaciado y llenado de agua, si va a ser necesario.
Autocaravana: ¿qué carnet se necesita?
Si el vehículo tiene una masa máxima autorizada de 3.500 kilos o menos (lo que cumple el 95% de los modelos, según la patronal de distribuidores y fabricantes Aseicar), se puede conducir con el permiso B de coche.
La velocidad máxima es la misma que para los turismos: 120 km/h en autopistas y autovías y 90 km/h en carreteras convencionales. Si el modelo supera los 3.500 kilos, se requiere el carnet C1 y los límites bajan a 90 km/h y 80 km/h, respectivamente.
Cinturón de seguridad
El consejo cae por su propio peso, pero todos los ocupantes deben viajar en sus asientos y con el cinturón de seguridad abrochado. Las autocaravanas están homologadas para albergar un número de pasajeros determinado en viaje, que no tiene por qué coincidir con el número de plazas para pernoctar. El dato aparece en la ficha técnica del vehículo.
Áreas de acampada
Como recomendación general, Aseicar aconseja pasar la noche “en espacios adecuados para esta práctica”, esto es, en áreas de pernocta de autocaravanas y cámpines. Sin embargo, como se explica después, la normativa no impide dormir en cualquier lugar donde el vehículo esté correctamente estacionado.
Aguas claras, grises y negras
Es imprescindible calcular bien la cantidad de agua necesaria. Según los expertos, con un uso racional, es suficiente con un máximo de 15 litros por persona y día. Si la autocaravana es de alquiler, las empresas ofrecen las indicaciones necesarias. En caso de que se llenen los depósitos de aguas grises (aguas residuales de la ducha, los grifos o el lavavajillas) y negras (fecales), solo pueden vaciarse en los lugares indicados.
Buena convivencia
Aseicar recopila los consejos básicos para moverse en entornos rurales o en ciudades pequeñas: “Estacionar sin obstaculizar el tráfico y sin desplegar accesorios de camping, privilegiar el comercio local y actuar con buena vecindad”. Las asociaciones de caravanistas ofrecen la misma recomendación, ya que a los usuarios de estos vehículos todavía se les considera en muchos lugares invasores del terreno: el objetivo del sector es lograr una buena convivencia.
¿Dónde no se puede aparcar una autocaravana?
Para evitar confusiones, Aseicar recuerda que se considera que una autocaravana está estacionada (y no acampada) cuando “contacta con el suelo solo con sus ruedas (salvo en pendiente, que se justificarán calzos)” y “no ocupa más espacio que el de la autocaravana”, sin abatir ventanas o “invadir el espacio con sillas, mesas o toldos”. Tampoco se deben emitir fluidos ni “causar ruidos molestos”.
En España no existe una normativa específica sobre el estacionamiento de autocaravanas, pero algunas ordenanzas municipales de movilidad prohíben su aparcamiento. Contravienen el Reglamento General de Circulación, y así lo aclara la instrucción 08/V-74 de la DGT, publicada en 2008.
En ella se establece que pueden “efectuar las maniobras de parada y estacionamiento en las mismas condiciones y con las mismas limitaciones que cualquier otro vehículo”. Y se añade que si una autocaravana está bien estacionada, “no es relevante el hecho de que sus ocupantes se encuentren en el interior”.
Sin dejar huella
Una vez superados los problemas con el estacionamiento y la acampada, el siguiente consejo de Aseicar es cuidar el entorno y la buena imagen del sector. El buen autocaravanista, dice la asociación, “no tira al suelo plásticos, latas, cigarrillos ni papeles”. Y añade que tampoco “realiza nunca acciones contaminantes como el vaciado de aguas residuales en lugares inadecuados”.
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